Singapur es una ciudad planeada enteramente que no encierra secretos o equivocaciones por parte de sus creadores. Aquí, lo que sorprende no es el sentimiento de no saber con qué te encontrarás a la vuelta de la esquina sino la incredibilidad de lo predecible y la prolijidad de un mundo futurista concebido para que cada detalle encaje con el siguiente de forma armónica. Te invito a pasear conmigo por algunas de sus opciones.
Sus jardines y el mágico Gardens By The Bay
Sus jardines suelen ser ideales para descansar y apreciar el dominio que se ejerce en oriente sobre la naturaleza. El Jardín Chino presenta un apacible lago y una torre con vistas panorámicas de los alrededores. El Jardín botánico, en cambio, se centra en la abundancia de verde, flores exóticas y árboles selváticos. Ambos con entrada gratuita, para que los habitantes del mundo puedan oxigenarse entre sus paisajes.
Gardens By The Bay, sin lugar a dudas el jardín más impresionante de Singapur, se torna aún más bello durante la noche. Iluminado con luces de colores y estructuras de diseño, parece un lugar irreal, de aquellos que te llevan a pellizcarte para asegurarte que no te encuentras soñando con la película Avatar. Sus 101 hectáreas con flora y fauna de distintas partes del mundo albergan pequeños jardines pensados bajo distintos estilos. Las estructuras de 50 metros de alto rodeadas de vegetación natural que caracterizan Gardens By The Bay permiten el acceso a un restaurante donde apreciar el tramado de verdes y luces desde lo alto.
Cafés y vidrieras en Hadi Lane Street y Bugis Street
Es fácil darse cuenta que se está caminando por el barrio árabe gracias a su distinguida mezquita que recuerda las aventuras narradas por Scheherezade en Las Mil y Una Noches. La sobriedad de la zona se ve interrumpida al llegar al mercado de Bugis Street donde se pueden encontrar miles de imitaciones y suvenires abajo coste. Hay que prepararse para espacios reducidos, multitud de gente y carteles lumínicos por doquier.
Uno de los sitios favoritos de los lugareños es la calle Hadi Lane Street con sus tiendas de diseñadores independientes, llamativas vidrieras y bares de tendencia. Luego de un ajetreado paseo por Bugis Street, este rincón de la ciudad aparece como un respiro al frenesí que conllevan las compras compulsivas.
Un vez más Chinatown
Como cada ciudad importante del mundo, Singapur también cuenta con un Barrio Chino. Al contrario que en otras urbes, destaca su limpieza y orden que poco tienen que ver con la verdadera China. Este barrio es visitado principalmente por su templo, el mercado de chucherías y el patio de comida (Food Court) con precios extremadamente reducidos en comparación con los demás lugares del pequeño país. Chinatown se mantiene siempre activa brindando un lugar agradable de esparcimiento.
Un poco de vida en Little India
Apenas un espejismo muy idealizado de la India, pero aún así más sucia y bulliciosa que el resto del país, Little India llena de aroma de flores tus ropas y de colores tus ojos.
Su calle principal está abarrotada de locales extremadamente económicos donde se encuentra permitido el regateo. Pareciera que cada esquina posee pequeños puestos de sastres trabajando, restaurantes que atiborran el ambiente con especias y mujeres luciendo hermosos Saris. Singapur está incompleta sin una visita a la pequeña India y sus templos cubiertos de leyendas ancestrales.
Marina Bay Sands y la famosa Infinity Pool
Del lado opuesto al cuadrante financiero se encuentra Marina Bay Sands, un colosal hotel que posee la piscina más alta del mundo en su techo. Sólo sus huéspedes pueden acceder a Infinity Pool y admirar la ciudad mientras disfrutan de la piscina o un buen trago en alguno de sus jacuzzis. Cada noche a las 20:00 y 21:30 horas, el hotel proyecta un show de música y luces que se disfruta en especial desde el anfiteatro junto al museo The Esplanade.
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