Acorralado en el infierno (Nueva Zelanda, 1981)

Al Shaw, es un piloto de carreras que vive infeliz con su esposa Jacqui y su hijita Georgie.
Está, sintiéndose sola comienza una relación con el mejor amigo de él, el agente de policía Ray Foley.
Cuando Jacqui decide irse a vivir sola con su hija, Al comenzará una deriva muy peligrosa, tanto para él como para los que le rodeen.

Una de las primeras películas del realizador australiano Roger Donaldson, que combina el drama con el thriller de forma que no me ha convencido del todo pese a su elegancia formal.
Y es que tiene una atractiva estética gracias a la brillante fotografía a cargo de Graeme Cowley, que saca provecho de las agrestes localizaciones de Nueva Zelanda, país productor de la cinta.

Esta tiene un ritmo sostenido pero ocurre, en lo que a mí personalmente respecta, que trata demasiado en entrar en materia, no siendo hasta el minuto 69 cuando el conflicto estalla, aunque es cierto que antes se ha estado cociendo a fuego lento.
Una película respetable, muy personal del propio realizador, coautor del guión y productor, pero medianamente entretenida e interesante que sólo en su tercio final adquiere fuerza dramática.
Para ver con tranquilidad y un poquito de paciencia.