Estamos ante una película de ciencia ficción, indudablemente, sin embargo, no es la tecnología o los alardes visuales lo que la diferencian dentro del género, es la sensibilidad con la que trata de reflexionar sobre lo qué nos hace humanos, si es la capacidad de valorar la vida propia y ajena y darle sentido, con independencia de la forma física que el destino nos haya dado. En definitiva, un drama realista envuelto por una capa de fantasía que intenta dar un vuelco a la perspectiva usual con el que el cine ha tratado siempre al afecto, la pérdida o la gratitud. La sobriedad, la parsimonia y los diálogos casi susurrados convierten a esta propuesta en anticomercial y, aun así, merecedora de reconocimiento.
Puntuación @tomgut65: 7/10