Revista Boda

Algunas Supersticiones de Boda que Quizás Queráis Conocer

Por Aranchawp @MeigayCaldero

Está claro que la etiqueta, las normas y las tradiciones cada vez están menos presentes en las bodas. La regla hoy es una bien clara: no hay reglas. Aunque lo cierto es que sigue habiendo parejas que sí que siguen respetando ciertas costumbres nupciales. Y estas costumbres, en una buena parte, tienen que ver con supersticiones que se remontan a siglos, o incluso a milenios.

No voy a entrar en si esas creencias tienen una base sólida y si realmente funcionan. Eso lo dejo al albedrío de cada pareja. Pero sí que me gustaría compartir con vosotros algunas de las supersticiones de boda más comunes, y otras que lo son menos. Si queréis conocerlas, no tenéis más que acompañarme en este post. 

Algunas supersticiones de boda que quizás queráis conocer

 

Hay quien cree que casarse en enero traerá falta de dinero y prosperidad a la pareja. Desconozco si el motivo es la famosa cuesta que se asocia a este mes.

Seguro que has escuchado la famosa frase de "en martes, ni te cases ni te embarques". En el caso de las bodas, se tenía por un mal día para celebrar una boda, puesto que estaba dedicado al dios de la guerra romano, y no parecía un buen augurio que el matrimonio estuviese bajo el influjo de una deidad tan belicosa. 

Calendario y reloj

En el caso de los celtas, lo que traía mala suerte era celebrar la boda en sábado. De hecho pensaban que el lunes les traería abundancia, el martes les reportaría salud, el miércoles sería el mejor día de todos... Como veis hay supersticiones de todo tipo, según la cultura de la que se trate. 

El 13 tampoco es un día muy popular para darse el sí, quiero, al menos en nuestra cultural. Este número tiene mal fario para muchas personas. 

Una de las supersticiones más conocidas es la de que las novias deben llevar "algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul". Lo nuevo significa la nueva vida que comienza con su pareja. Lo viejo simboliza su pasado, es una forma de no perder la conexión con su familia y sus orígenes. El algo prestado, que debería pedirse a alguien que esté felizmente casado, es una manera de que esa suerte y felicidad del matrimonio también se extienda al nuevo matrimonio. Y el color azul se traduce en fidelidad y amor sincero. 

El adagio anterior se complementa con una moneda de seis peniques en el zapato (de la novia). Es una tradición que proviene de la época victoriana. El padre entregaría esa moneda a la novia para que tuviese abundancia y buena suerte. 

Llevar algo de color rojo, según algunas culturas protege de la envidia.

Para protegerse de las iras de los dioses y de las malas energías de algunos invitados (y los celos y envidias de otras mujeres), las novias se cubrían en Grecia y Roma con un velo.

Novia con velo

Otra superstición dice que si la novia cose una moneda en el dobladillo del vestido conseguirá suerte y prosperidad en su matrimonio. La moneda debe ser de oro o plata, o ser valiosa por cualquier motivo para ella.

También hay una curiosa creencia relacionada con la arañas. Parece que en ciertas sociedades se piensa que encontrarse una (o una telaraña) en el vestido de novia trae buena suerte. Claro, que no creo que a aquellas con fobia a estos bichitos les haga mucha gracia ver una, por muy buen presagio que sea. 

Una de las creencias más extrañas, al menos desde mi punto de vista, es la que tiene que ver con la desgracia que puede atraer la novia si se mira en el espejo con su atuendo nupcial al completo. Según dicen, al contemplarse en el espejo dejará la buena suerte en su reflejo y no la tendrá durante el matrimonio. 

Parece que el hecho de incluir cintas y nudos en el ramo de novia es una forma de retener el amor.

Novia sosteniendo un ramo con lazos anudados

Las perlas son un asunto controvertido, porque en algunas culturas (la española, por ejemplo) son un mal augurio, porque se piensa que simbolizan las lágrimas, y no precisamente de alegría. Y si se lucen el día de la boda atraerán la tristeza y la mala suerte al matrimonio. En otros lugares, por el contrario, las perlas son símbolo de felicidad y prosperidad.  

Una curiosa superstición tiene que ver con la corbata del novio. Hay personas que creen que si éste no la lleva recta o tiende a torcerse durante la ceremonia, el novio será infiel durante el matrimonio. Parece que es una asociación con los hombres que se iban de fiesta con sus amigos (y amigas) y que volvía bebidos, descamisados y con la corbata torcida al hogar.

Novio con la corbata ligeramente torcida
 

La mala suerte que se le atribuye al color amarillo tiene su origen en el teatro, puesto que Moliere llevaba un traje de ese color cuando murió sobre las tablas. Desde entonces el amarillo se asocia con la mala suerte en el mundo del espectáculo, aunque se ha extendido a otros ámbitos, también el de las bodas. Aunque hay muchas parejas que decoran sus bodas o visten de amarillo y su matrimonio es muy feliz y afortunado.

Para que no llueva el día de la boda, se cree que hay que llevar huevos a la monjas Clarisas. Antes era algo muy común, pero comienza a estar en desuso. Si no funciona, ya sabes eso de que "novia mojada, novia afortunada", y piensa que las fotos de boda con lluvia son preciosas. Y, ante todo, es necesario consultar la previsión meteorológica con tiempo y tener previsto un plan B (y C, y D...). En ciertas partes de EE.UU. para que no llueva entierran una botella de bourbon en el lugar en el que se vaya a celebrar (un mes antes de la fecha de la boda) y, cuando llega el día de la celebración, la desentierran y brindan por su vida en común.

Se cree que la boda no llegará a celebrarse si la novia escribe su nombre de casada (o incluso sus iniciales) antes de la ceremonia. Esto no es aplicable a los países en los que la mujer no toma el apellido del marido. Aunque, ojo con las iniciales de ambos si las vais a incluir en las invitaciones o las vais a bordar en toallas u otros textiles, nunca se sabe... 

Perder u olvidar los anillos o las arras, según piensan algunos, es una señal muy negativa para el matrimonio. 

También hay una truculenta superstición que dice que si alguien deja caer las alianzas en el transcurso de la ceremonia, será la siguiente en morir. Y eso afecta a cualquier persona implicada. Da igual que sea el oficiante, el padrino, el novio, la novia...  

La alianza es redonda, porque es un círculo eterno, sin principio ni fin, como el amor de la pareja.  

Novio poniéndole la alianza en el dedo a la novia

El anillo de bodas se luce en el dedo anular (izquierdo o derecho según la cultura), porque se pensaba que en él había una vena que se conectaba directamente con el corazón. Parece que los primero en llevarlo en le índice fueron los griegos, porque los antiguos hebreos se ponían la alianza en el índice.

Hay una superstición que dice que si la alianza lleva un zafiro, se atraerá la felicidad en el matrimonio. Si se trata de un aguamarina, augura la armonía y una relación larga y muy feliz. 

Las arras simbolizan los bienes que la pareja va a compartir durante su vida matrimonial. Son 13, 12 por los meses del año y una más que representa la caridad que la pareja debería practicar con los menos favorecidos. Curiosamente en este caso el 13 es símbolo de buena suerte.

Se piensa que si la novia se cruza con un sacerdote o una monja de camino a la boda, ésta será estéril y el matrimonio pobre. Tiene su base en que tanto curas como monjas hacen voto de castidad y pobreza.

Una superstición muy conocida es la de que los novios no deben verse antes de la boda. Tiene su origen en las bodas arregladas por los padres que, por desgracia, han sido una constante durante una buena parte de la Historia. De esa forma, si no veían hasta la ceremonia y ella iba velada, si no eran uno del agrado del otro, ya no había vuelta atrás una vez finalizada la ceremonia. Para justificarlo se decía que si se encontraban antes, atraerían sin remedio la mala suerte. No dejéis de leer "First-Look o la Razón Perfecta para No Seguir la Tradición".

Novios uno a cada lado de la puerta para no verse

De la mano de la anterior, va la creencia de que el novio no puede ver el vestido de novia antes de la boda, puesto sería llamar a la desgracia y la mala suerte.

Las lágrimas de la novia parecen ser una garantía de buenos augurios para ella misma y para su pareja. Se piensa que si llora durante la boda, no lo hará a lo largo del matrimonio. Claro, que si las perlas son lágrimas y éstas implican que la novia será feliz... ¿qué ocurre con la superstición que dice que no conviene lucirlas en la boda? 

El origen de lanzar arroz cuando los novios salen tras la ceremonia es el deseo de los asistentes de que la pareja sea fecunda, afortunada y próspera. Esto tiene que ver con el significado de los cereales, que tienen que ver con la abundancia.

El ruido está asociado a la buena suerte en el matrimonio. Las típicas tiras con latas y objetos que se llevan en el coche nupcial, los petardos, las campanas y el bullicio se cree que sirven para alejar a los espíritus malignos de la pareja, para que tenga felicidad y fortuna en su vida en común. 

Si los novios cortan la tarta nupcial juntos, con la mano de uno sobre la del otro, se atraerá la abundancia, la suerte y la felicidad para ambos.  

Que alguno de los novios o de los invitados rechace un pedazo de tarta de bodas es una forma de llamar a la mala suerte. 

Tarta de boda con un pedazo cortado sobre un repostero

Llevar a la novia en brazos cuando se cruza el umbral de la casa de la pareja o de la habitación en la que pasen la noche de bodas. Parece que en la Edad Media europea se pensaba que si la novia ponía los pies en el umbral, a través de ellos los espíritus malignos podían llegar a ella. Si el cónyuge la llevaba en volandas hasta la seguridad del hogar esos malvados espíritus quedarían fuera y el matrimonio sería feliz y tendría suerte y todo tipo de bendiciones. 

Hay una superstición con los regalos y los filos, que parece proceder de los vikingos. Los filos de cuchillos, tijeras y otros objetos cortantes pueden simbolizar que la relación terminará por cortarse. Por eso se dice que no hay que regalárselos a los recién casados. Y si los reciben como regalo de bodas, deben entregar una moneda, de esa forma no será un obsequio, sino una compra. Casi como esa escena que hemos visto todos en las películas norteamericanas en las que alguien consulta a algún letrado de forma oficiosa y éste le pide un dólar, para que se considere una consulta profesional y que no tenga que declarar contra esa persona en caso de que haya un juico. No sé si esto último es cierto, pero sí que se ve con cierta frecuencia en películas y series. 

Como podéis comprobar, hay muchísimas supersticiones y creencias sobre bodas, novios y novias. Y éstas son sólo algunas de ellas, porque en cada país, región, cultura y sociedad hay decenas de ellas. Seguirlas o no es vuestra decisión. Incluso si no creéis en ellas, puede que os apetezca incluir alguna en vuestra boda, para darle un punto de emoción o incluso de exotismo. Lo dicho, la última palabra siempre es la vuestra. 

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La primera vez que apareció el post Algunas Supersticiones de Boda que Quizás Queráis Conocer fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?

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