Brand + banksy = brandksy

Cuando creíamos que lo habíamos visto todo a lo que arte urbano se refiere, cuando ya nos estábamos acostumbrando a convivir y compartir las calles con inmensos graffitis y ya no nos importaba que las paredes de las ciudades interrogaran nuestros movimientos cotidianos llega Christophe Pilate y lo desmonta todo.

Hasta ahora teníamos a Banksy en un pedestal, esperábamos que algún día abandonaría su anonimato y nos salvaría de esta sociedad injusta, racista y corrupta, o eso nos hacían pensar sus graffitis mientras él trabaja para grandes multinacionales y seguramente vendió su alma al diablo para tener algunas de sus piezas en un museo.

Eso debió pensar Pilate cuando lo que ha hecho es añadir una marca comercial conocida por todo el mundo a imágenes de obras de Banksy y las convierte así en anuncios comerciales, cambiando totalmente su contenido.

Así se burla Pilate del artista callejero por antonomasia y hasta juega con su nombre para titular su colección. Brandksy, mezcla de la palabra Banksy y Brand (marca en inglés).

Podemos entender el trabajo de este director de arte francés a partir de su trayectoria, ya que ha trabajado en relación con campañas publicitarias de grandes marcas como Adidas, Michelin, Nike y Skullcandy entre otras.
Además destaca la creación de Le Collectif , un colectivo artístico muy vinculado al diseño gráfico, la ilustración y donde dan un punto de vista muy joven y atrevido de la música, la fotografía y el cine.

Así que Pilate conoce muy bien las marcas comerciales y que imagen les representa mejor así que no le ha costado encontrar en Banksy imágenes de lo más sugerentes para incitar el consumo, cosa que parecía molestar tanto a Banksy, aunque mantiene su ironía elevada a un segundo nivel, la ironia de relacionar según que logotipo a una imagen que ya es de por sí irónica.

Este trabajo abre diferentes frentes como puede ser el del apropiacionismo, Pilate coje imágenes ya hechas para reconvertirlas más que en obras de arte en imágenes publicitarias y cambiar así totalmente su sentido tanto artístico como teórico.
En este caso lo importante es la idea que transmite y el trabajo intelectual que hay detrás, no tanto como el trabajo manual o artístico que pueda esconder. Pilate no es un artista callejero es un artista digital.

Atrás quedaron los grandes artistas que demostraban en cada obra sus grandes habilidades pictóricas, para dar paso a jóvenes que juegan con ventaja respecto a las nuevas tecnologías, las nuevas formas de comunicación y las nuevas herramientas para involucrarse con los movimientos sociales, aunque no sabemos que pensará Banksy de estos jóvenes que boicotean su trabajo.