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Brooklyn - Colm Tóibín

Publicado el 24 enero 2016 por Rusta @RustaDevoradora

Brooklyn - Colm TóibínEdición:Lumen, 2016 (trad. Ana Andrés Lleó)Páginas:320ISBN:9788426402899Precio:18,90 € (e-book: 8,99 € / bolsillo: 9,95 €)
Hasta entonces, Eilis había supuesto que viviría en la ciudad toda la vida, como su madre, que conocería a todo el mundo, tendría los mismos amigos y vecinos, la misma rutina diaria en las mismas calles. Esperaba encontrar trabajo en la ciudad y después casarse, dejar el trabajo y tener hijos. Y ahora se sentía como si hubiera sido elegida para algo y no estaba en absoluto preparada, y eso, a pesar del miedo que la invadía, le provocaba un sentimiento, o más bien una serie de sentimientos, que creía debían de ser los que experimentaría cuando se acercara el día de la boda, días en los que todo el mundo la miraría con un brillo en los ojos mientras ella se afanaba con los preparativos, días en los que ella misma estaría en plena ebullición pero procuraría no pensar con demasiada precisión en cómo serían las semanas siguientes, por si perdía el valor.
Brooklyn - Colm Tóibín
Con más de veinte publicaciones a sus espaldas, entre literatura y ensayo, Colm Tóibín(1955) se ha ganado un puesto entre los escritores irlandeses más importantes de la actualidad. En 2006 recibió el Premio IMPAC de Dublín por The Master, una novela sobre Henry James, y ha sido nominado en varias ocasiones al Man Booker Prize. Brooklyn (2009), con la que obtuvo el Costa Novel Award, plantea uno de los temas recurrentes de su obra: la vida en un país extranjero. Ambientada en la década de los cincuenta, narra la historia de Eilis Lacey, una joven de familia humilde que vive en un pequeño pueblo del sudeste de Irlanda. Eilis tiene dificultades para encontrar trabajo en su tierra, de modo que, cuando se le ofrece un empleo en Brooklyn, hace las maletas. Atrás se quedan su madre, viuda, y su hermana mayor, una mujer soltera. Sus hermanos varones ya emigraron años atrás a Inglaterra, en busca de su oportunidad. En Brooklyn, Eilis trabaja como dependienta en unos grandes almacenes mientras estudia por las noches, y se aloja en casa de una mujer que alquila habitaciones a jóvenes como ella. Chica responsable, su única diversión son los bailes semanales, en los que siempre se puede conocer a alguien especial.Brooklyn - Colm TóibínCon una escritura fluida y templada, sin alardes estilísticos, Tóibín narra el coming-of-agede una muchacha que se hace adulta en un entorno desconocido. Eilis, una chica de naturaleza discreta y reservada, se mantenía satisfecha entre los límites de lo rutinario: las amigas de siempre, el hogar con mamá y su hermana, la localidad donde todos se conocen. No sentía la inquietud de adentrarse en un territorio diferente, de ampliar perspectivas, pero la necesidad —qué importancia tiene la necesidad en los trayectos vitales— la empuja a marcharse. Una vez en Brooklyn, Eilis pasa por distintas fases: desde la añoranza inicial a la alegría por las posibilidades que le ofrece este lugar, pasando por el descubrimiento del amor y la feminidad, además de la diversidad (étnica, religiosa, sexual) de la ciudad. El cordón umbilical, como era de esperar, se rompe, y disfruta de la independencia que supone estar lejos de casa. Por su carácter introvertido, que rara vez expresa sus emociones —con la exigencia añadida que esto supone para el novelista—, recuerda a la protagonista de Una chica en invierno (1947), un libro de Philip Larkin sobre una joven disciplinada y solitaria que, como Eilis, vive en un país extranjero, donde parece que el pasado deja de existir.Brooklyn - Colm TóibínEl destino de Eilis permite a Tóibín realizar una radiografía de la sociedad de Brooklyn en los años cincuenta: un lugar en el que se agolpan inmigrantes irlandeses e italianos, sin que falte la correspondiente animadversión entre ambos grupos, y donde empieza a instalarse la población negra, para escándalo de no pocos blancos. La discriminación, sin embargo, no solo se produce por motivos de raza o nacionalidad, puesto que las costumbres y la clase también la generan, como constata Eilis entre las chicas de la casa de huéspedes (a propósito, el ambiente de la vivienda destila opresión e hipocresía; las jóvenes, lejos de establecer lazos de amistad, parecen inmersas en una competición que en ocasiones satura a la protagonista). Este contexto multicultural que descubre Eilis va unido, por lo tanto, a no pocos prejuicios; aunque, en comparación con su pueblo, la gente (y ella misma) parece más libre, como si el hecho de no estar atada a sus raíces le abriera puertas y les quitara importancia a las (siempre presentes) habladurías.Brooklyn - Colm TóibínCon todo, en cierto momento ocurrirá algo en Irlanda que obligará a Eilis a volver, en principio, durante un mes. Este clásico tema del regreso a casa plantea la otra cara de la experiencia del inmigrante: el retorno al origen desde otra mirada. Eilis ha estado viviendo en una ciudad más «moderna», y las comparaciones —por su parte, pero también por parte de los demás en torno a ella— resultan inevitables, desde su estilo al vestir hasta la seguridad en sí misma que ha adquirido de forma instintiva por la emancipación. La identidad cambia en función de lugar en el que uno se encuentre, de las compañías y de lo que estas compañías esperan de uno. Es el problema del sentimiento de pertenencia: en Brooklyn la reciben como a una extranjera, pero en su pueblo ya no es la de antes, trae aires nuevos —recuerda un poco a las reflexiones de Elena Ferrante en La niña perdida (2015)—. Incluso su historia de amor se puede interpretar como una metáfora de la experiencia del inmigrante, de ese choque entre dos mundos que solo entiende el que lo vive, mientras los de su alrededor esperan algo de él sin comprender el conflicto interior que atraviesa.

Brooklyn - Colm Tóibín

Colm Tóibín

Sin grandilocuencias ni excesos, Tóibín ha tejido una magnífica novela de iniciación que explora las tensiones de la inmigración, el regreso a la tierra natal y las responsabilidades familiares a través de las vivencias de una chica humilde y trabajadora, que se enamora y busca su sitio entre la tradición de su Irlanda natal y las promesas de la moderna ciudad estadounidense. En apariencia, parece una obra tan sencilla como la protagonista —la prosa de Tóibín, elegante y depurada, fluye sin dificultad alguna—, pero tiene mérito plantear estos conflictos alrededor de un personaje tan poco expresivo como Eilis, y con una trama que se desarrolla con la tranquilidad propia de lo cotidiano, con escasos (pero decisivos) sobresaltos. Tóibín es de esos escritores que, por su registro accesible, hacen que parezca que no dicen nada relevante, aunque en absoluto es así: solo los grandes narradores saben sacar brillo de lo corriente, lo rutinario, y convertirlo en gran literatura. El ejercicio de contención emocional que realiza en Brooklyn resulta encomiable, y lo mismo se puede decir de su minuciosidad para atar todos los cabos.Un último apunte: a nadie le habrá pasado desapercibido que en los últimos meses este libro ha vuelto a estar a la orden del día gracias a su adaptación al cine, dirigida por John Crowley y protagonizada por Saoirse Ronan, que ha conseguido tres nominaciones a los Oscar (Mejor película, Mejor guión adaptado y Mejor actriz). Esperemos que la película sea una excusa perfecta para leer (o releer) esta preciosa historia.Fotografías de la película basada en la novela.Cita de las páginas 40-41 (edición de 2010).

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