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Cartas desde la Tierra

Publicado el 20 julio 2012 por Icíar
Cartas desde la Tierra    
Escritor: Mark Twain
Empieza este relato haciendo hincapié en algo muy importante referido al mito de la Creación, y es que todo lo que hay, si surgió de la mano de Dios, fueron también creadas junto a su correspondiente ley natural, lo cual dicta el comportamiento de estos elementos, en función del patrón, de forma automática, siguiendo unas leyes. El ejemplo más gráfico de esto es el Universo. El resto, como los animales y las plantas, también fueron creados atendiendo a la misma fórmula.
Sólo el hombre fue creado con más riqueza, pues a este “experimento” se le proporcionaron todas las características juntas, las buenas y las malas, y por esta razón, será también al hombre al que más prohibiciones les serán puestas.
Tres ángeles estuvieron presentes desde el principio en todo este proceso: Gabriel, Miguel y Satanás.
Satanás, el más analítico de los tres, por algo ostenta el título de “ángel caído”, baja a la Tierra. Quiere observar con sus ojos lo que estos “experimentos” piensan sobre su Dios. Satanás se ríe de estas criaturas, y a través de las cartas que va mandando a los ángeles Gabriel y Miguel, con gracia, humor e ironía, nos vamos enterando de por qué. Hace un repaso de diversos capítulos de la Biblia, como La Creación misma, la expulsión de Adán y Eva, el Arca de Noé, y como ejemplo muy gráfico de incitación y ejercicio de la violencia y crueldad: el capítulo de la matanza de los madianitas, entre otras episodios.
Como me pasó con el libro de Caín de Saramago, estos libros me gustan a medias, porque no me parece que aporte mucho nuevo el hacer interpretaciones literales de textos antiguos. Pero claro, esto lo digo en el 2012, y no en 1860 aproximadamente, cuando tuvo que ser escrito.
De todo lo expuesto, me apetece recordar dos ideas que, al menos, a mí me parecen novedosas: La primera es, el que tilde al Dios “dulce y manso” que se muestra en el Nuevo Testamento, como aún peor que el Dios justiciero y celoso del Antiguo Testamento, porque si los hombres antes teníamos descanso en la muerte de las miserias terrenales; con Jesucristo, ya no habrá descanso, porque fue Jesucristo el que proclamó la existencia del Infierno. Ya no hay escapatoria para los “malvados”, les espera el castigo de fuego eterno. La segunda se refiere a la sexualidad femenina. Para Mark Twain, la sexualidad femenina está activa a lo largo de toda su vida, sin embargo, en el hombre es de corta duración, y si se prolonga es de baja calidad (en aquella época no había viagra), y sin embargo dice: "¿Y qué pasa con ese valioso privilegio que tiene la mujer?¿Vive disfrutándolo libremente? No. En ningún lugar del mundo. En todas partes se lo arrebatan. ¿Y quién lo hace? El hombre". Para ser justos "habría que haber otorgado a la mujer un harén. Pero es el ser de la vela decrépita el que ha asumido la posición contraria"
NOTAS:
  1. Leer a Gandhi, por ejemplo, para hacer contrapeso, y para no olvidar la otra cara de la herencia religiosa, la más interesante.

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