Revista Cine

Christine

Publicado el 04 abril 2020 por Filmfilicos @filmfilicos
Christine

En estos días he estado haciendo un recuento de películas viejas que por alguna razón dejaron alguna marca en la historia de mi infancia. Así fue como llegó a mi memoria una película que desde la primera vez que la vi me pareció fuera de lo común y que a pesar de que ya le han caído varios años encima, sigue sin salir de mis recuerdos. Les hablo de la adaptación a la novela de Stephen King, Christine 1983, que se realizó bajo la tutela de John Carpenter.

De entrada, me parece alucinante el argumento, un automóvil Plymouth Fury de 1958, está poseído por el diablo y asesina gente, pero no sólo atropellándolos por el descuido de su conductor, sino que lo hace por sí mismo de manera autónoma. Realmente no hay mucho más qué decir para que a más de uno le explote la cabeza.

Inicia jugando con la emoción de un joven chico nerd de nombre Arnold "Arnie" Cunningham ( Keith Gordon), quien adquiere su primer auto, que se convierte en su primer amor y en una obsesión típica del arquetipo masculino de los años 80's.

Al ser alguien poco popular y más bien aislado por voluntad propia, recibe constantemente bromas, insultos y acoso por parte de Buddy ( William Ostrander), el típico adolescente rebelde que se siente intocable e indestructible. Sin embargo, el auto se encarga de defender a su amado dueño, de formas bastante drásticas.

Christine
Pero no sólo eso, porque al parecer este montón de metal también siente celos y asesina a la novia de Arnie, Leigh Cabot ( Alexandra Paul). Tras lo cual él y su mejor amigo Dennis Guilder ( John Stockwell), comienzan a averiguar la historia del auto que resulta tener una larga lista de muertes relacionadas con él, aunque no logran describir del todo el origen de la peculiaridad de Christine.

Es una película típica ochentera, por lo que a estas alturas no se le puede exigir tener los mejores efectos especiales o ser lo más terrorífico que se haya visto en pantalla, sin embargo, tiene escenas y efectos muy interesantes, desde aquellas en las que Christine realmente parece tener vida propia hasta situaciones en las que es capaz de regenerarse por sí mismo.

Nunca pude sacar la película de mi mente y no ha sido especialmente porque me provoque miedo, sino porque pese a caer en diversos lugares comunes del cine de terror de su época, me parece una historia pocas veces vista, bien construida y bien llevada a cabo pese a los errores que le he ido encontrando con el transcurrir de los años.

Por todo esto es que considero que esta es una de las mejores propuestas del cine a la literatura de King, aunque no puedo negar que el vacío que deja en la historia del automóvil asesino le resta puntos. No quiero ir por ahí dando malas ideas, pero no vendría nada mal un remake o reboot que nos saque de dudas sobre el origen maligno del Plymouth Fury que trae al demonio por dentro. Lo dejo como sugerencia.

Christine

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