Contra la Iglesia de nuevo

“Un colectivo autodenominado Mayo Negro y formado por ocupas de un antiguo colegio público municipal ha convocado para este Miércoles Santo a las 8 y media de la tarde una “fiesta anti-Cristo” al paso de la procesión de la Cofradía de San Bernardo, una de las más populares de la Semana Santa en Sevilla. Los convocantes enmarcan la iniciativa en el programa de una “Campaña anticlerical”, junto a dos sesiones de cine-fórum, una en torno a la película ‘Camino’ y otra, alrededor de un documental sobre el grupo ruso de punk feminista Pusy Riot. El cartel anunciador muestra la silueta de una iglesia envuelta en llamas“.

Uno de los detalles más curiosos entre quienes se autodefinen como gente de izquierdas, es la tendencia a manifestarse o actuar “en contra de”, en vez de “a favor de”. Le toca el turno a la Semana Santa sevillana, que más allá de las creencias particulares, es un espectáculo cultural de interés universal y belleza singular. Supongo que una buena parte de quienes atacan esta celebración, se cuentan entre quienes consiguieron terminar con las corridas de toros en Cataluña, porque esta gente progresista tiene un amplio sentido de la libertad, que empieza por definir lo que no pueden hacer quienes sostienen opiniones diferentes en lo cultural, en lo social o en lo político. ¿Se imaginan vds. una manifestación anti Sabino Arana con imágenes de ikurriñas en llamas?. El calificativo de fascista, la etiqueta de intolerante, más toda suerte de lindezas pronunicadas, eso sí democráticamente, desde el progresismo poseedor de todo lo poíticamente correcto, sería la consecuencia inmediata, seguida por el ataque de los medios libres e independientes, como El País. Pero insultar a los sacerdotes católicos sale incluso más barato que atacar a los israelitas, que quedan lejos y les importan más sus hermanos palestinos que les regalan bombardeos frecuentes; y disparar a la línea de flotación del turismo en Andalucía en esta época del año, es un ejercicio de responsabilidad, anteponiendo siempre la libertad del sujeto, que se ve tan cercenada por las procesiones de Semana Santa, en defensa de una ciudadanía alineada por el catolicismo. Qué le vamos a hacer.