Revista Cine

Crítica de cine: 'Stoker'

Publicado el 16 mayo 2013 por Lapalomitamecanica
La semilla del mal se riega con sangre
Crítica de cine: 'Stoker'
Nota: 8
Lo mejor: hipnotiza. Lo peor: no hay tanto fondo como promete su envoltorio preciosista.
Los vampiros; esos seres magnéticos e irresistibles para los humanos. Depredadores, seductores. Criaturas explotadas en el imaginario popular. Bram Stoker sentó precedente con su novela Drácula en el siglo XIX. Hemos podido verlos a lo largo de la historia del cine (Nosferatu de Murnau, Dracula de Browning, Vampyr de Dreyer, Dracula de Coppola, Let me in, Entrevista con el vampiro…). Creemos que lo sabemos todo de ellos. O quizá lo único seguro es que no sabemos nada. Porque el título de esta cinta, o el apellido de la familia, no son más que una pista falsa. En Stoker no hay ni rastro de vampiros… ¿O sí?
Stoker arranca el día del dieciocho cumpleaños de India Stoker (Mia Wasikowska). El mismo día en que se queda huérfana de padre. India se ve obligada a convivir con su madre (Nicole Kidman) con la que no mantiene una muy buena relación. Todo cambiará cuando el tío Charlie (Matthew Goode) se incorpore a la familia. Park Chan Wook (Old Boy, Sympathy for Mr. Vengeancerueda una fábula de terror cuyo contenido nos es ya familiar, y sin embargo eso resulta lo de menos. Tras un prefacio evocador (“Igual que una flor no elige su color, no somos responsables de lo que somos”) en el que asistimos a toda una declaración de intenciones, la relación entre tío y sobrina no tarda en imponerse como eje perturbador de la narración, cuyas aristas terminan implosionando un proceso de madurez ciertamente escabroso.
Crítica de cine: 'Stoker' Capaz de convertir un guión lleno de referencias a la filmografía de Hitchcock en un proyecto totalmente personal que lleva su sello puesto, Park Chan Wook se erige una vez más como un gran maestro al que seguir rindiendo pleitesía. El director juega con la sensualidad y maldad que se les presupone a los vampiros, trasladando todas esas características a las figuras de India y el tío Charlie. Así, poco tiene que ver la candidez e inocencia que desprende la sobrina del tío Charlie en La sombra de una duda (1943, Hitchcock), comparadas con la oscuridad que oculta India Stoker, su personaje equivalente en la cinta que nos ocupa.  Park Chan Wook saca lo mejor de cada protagonista, consiguiendo un nivel excelente de interpretaciones. Pocos directores hay en activo hoy en día con un imaginario tan rico como el de Park Chan Wook. Aunque quizá podría afirmarse que Stoker es su película más comedida, el director surcoreano convierte una vez más esa fijación tan característica de los directores asiáticos por la violencia en algo bello y digno de admirar. La exquisitez que se desprende de cada plano consigue maravillar y sobrecoger a partes iguales. El vínculo entre lo visual y lo sonoro se torna esencial hasta alcanzar una perfecta simbiosis: la escasez de líneas de guión encuentra su punto de inflexión en el barroco estilo visual del que Stoker hace gala. Pues el surcoreano ha sabido compensar la barrera del idioma – lo que suponía rodar en inglés por primera vez en su carrera – haciendo lo que mejor se le da: crear poesía visual. Y es éste el pilar maestro de Stoker: su puesta en escena. Su habilidad para dejar impronta en cada segundo de metraje, moldeando la imagen a su antojo, demuestra un dominio envidiable. Cuando menos, la retórica que esgrime el realizador embelesa. Y sin embargo, olvidando por un instante el portento técnico al que nos somete Park Chan Wook, y a pesar de la multitud de detalles, referencias y constante carga simbólica, la labor del director también puede ser tomada como un pretexto para adornar una narración ya demasiado sobada.
Crítica de cine: 'Stoker' Stoker supone un brillante y efectivo acercamiento al público occidental. Un Park Chan Wook contenido y fiel a sus principios ha creado un ejercicio de estilo que rezuma erotismo y maldad. El gran director surcoreano ha cruzado el charco con un proyecto de encargo: producido por Tony y Ridley Scott, con un guión escrito sorprendentemente bien por Wentworth Miller (Scofield en Prison Break). Con una banda sonora a cargo de Clint Mansell que se adapta a la historia como un guante, Stoker es la prueba de que Park Chan Wook tiene a Hollywood rendido a sus pies.

Volver a la Portada de Logo Paperblog