Revista Salud y Bienestar

El caso de la enfermera instrumentista asesina: sus conocimientos en anestesiología al servicio del crimen. Parte 1

Por Lemdelca

El caso de la enfermera instrumentista asesina: sus conocimientos en anestesiología al servicio del crimen. Parte 1


Este es un caso de la vida real. Una enfermera que utilizó sus conocimientos de patología (complicaciones severas de la diabetes), farmacología (modo de acción de drogas usadas en anestesiología como etomidato y atracurio) y de manejo de equipo médico (bombas de infusión).
En este post presentamos el caso y en el próximo comentaremos y explicaremos extensamente.

El caso de la enfermera instrumentista asesina: sus conocimientos en anestesiología al servicio del crimen. Parte 1
El caso de la enfermera instrumentista asesina: sus conocimientos en anestesiología al servicio del crimen. Parte 1


En 1988, la enfermera colegiada Stephanie logró un puesto en el Forrest General Hospital. Ella trabajaba con un cirujano cardíaco llamado David Stephens. David tenía 52 años y había estado casado durante 34 años con su novia del colegio, Karen. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que circulen rumores de que David y Stephanie tenían un romance. El romance logró que deje de contar con las simpatías de las mujeres en Hattiesburg, tal como sucedió en Bogalusa. La mayoría de sus colegas calificaba a Stephanie as una "zorra" o una "desvergonzada".

El caso de la enfermera instrumentista asesina: sus conocimientos en anestesiología al servicio del crimen. Parte 1

Con el tiempo Karen se enteró del romance, cargó una pistola, se la colocó dentro de su boca y se enfrentó a David fuera de su casa. Karen se tropezó y accidentalmente se disparó ella misma en la cabeza. Su muerte fue dictaminada como accidental. Stephanie negó toda responsabilidad por la muerte accidental e ignoró todo rumor de que ella era en parte la culpable. En el mes de mayo siguiente, Stephanie se divorció de Mike y se convirtió en la esposa de David Stephens. El tenía 56 años. Stephanie tenía 33. Estaba fascinada por su nuevo estilo de vida, viviendo en una mansión, contratando a una nana para el cuidado de sus hijas, comprando caros automóviles y diamantes. Sin embargo, en 1999, David contrajo la Hepatitis C y fue obligado a renunciar de su puesto como médico y a devolver su licencia para la práctica de la medicina. Una terrible crisis financiera azotó a la familia Stephens. Pero aún, durante esta época a David se le diagnosticó diabetes severa. Stephanie atendió a su esposo lo mejor que pudo, pero el 1 de noviembre David falleció debido a sus enfermedades.


Stephanie llamó al juez de instrucción. Algo raro acerca de la muerte de David le preocupaba al juez instructor. Él ordenó una autopsia para comprobar una sobredosis de insulina. El informe toxicológico fue alarmante. No había insulina en la sangre de David pero habían altas concentraciones de una droga llamada etomidato, una droga utilizada en salas de emergencia para hacer dormir a los pacientes. La policía citó a Stephanie a la estación de policía de Hattiesburg para un interrogatorio. De manera ingenua, Stephanie negó conocer acerca de la droga. Ella era una enfermera y era altamente improbable que no supiera acerca del etomidato.

En julio del 2002, resultados de una nueva autopsia revelaron que se encontró atracurio en el organismo del doctor, una droga utilizada para paralizar los músculos durante la cirugía, que una enfermera podría fácilmente conseguir en los ambientes de un hospital.

Los investigadores no consideraron la posibilidad de un suicidio, sin embargo revisaron sus documentos financieros y descubrieron que Stephanie trabajó duro para ganar un pago de $732,000.00 de la compañía de seguros MetLife en caso de que David muriera. No había evidencia de que Stephanie cometiera asesinato y no podía ser arrestada en ese momento. La comunidad de Hattiesburg tenía su propia opinión acerca de Stephanie, y se corrió el rumor de que ella era culpable de la muerte de David. Un año después, la inmutable Stephanie se casó con un ex carpintero,Chris Watts y gastó $80,000.00 en unas suntuosas boda y luna de miel. Una vez que escuchó las noticias Kristin, la hija de David, entabló un juicio civil y un juez congeló las cuentas de Stephanie. El día de su cumpleaños número 35, Stephanie fue detenida y acusada de asesinato.

Stephanie sufrió el más largo juicio por asesinato que ocurrió alguna vez en Hattiesburg. Cientos de vecinos asistieron al juicio de Stephanie. El fiscal insistió en que cuando David se puso muy enfermo como para trabajar, Stephanie vio que su estilo de vida privilegiado llegaba a su fin. Entrando en pánico, ella obtuvo una póliza de seguro por su esposo y después colocó las drogas letales en la bomba de insulina de David. Una crucial testigo, Karen Burnett, dijo a la corte que Stephanie había admitido que mató a su esposo. El abogado defensor de Stephanie trató de convencer al jurado que David se había suicidado, pero su hija Kristin rebatió ese argumento.


El 15 de septiembre el jurado halló a Stephanie culpable de asesinato. Stephanie insistió en que no mató a su esposo y que fue víctima de un pueblo que nunca la aceptó. El 14 de octubre del 2006, a la edad de 39 años, Stephanie murió de neumonía severa en el Central Mississippi Hospital justo en las afueras de Jackson, Mississippi. Después de haber cumplido sólo dos años de su condena a cadena perpetua en la prisión Central Mississippi Correctional en Pearl, Mississippi, Stephanie nuevamente escapó a asumir la responsabilidad por su patológico modo de ser.

En el próximo post análisis y comentario.


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