Sí, está claro que lo de Haití y la solidaridad con sus gentes es pura hipocresía. Ojo, como he manifestado en otros lugares, pese a que sea un gesto hipócrita, debe realizarse.
Pero lo que más me molesta es que la hipocresía la pongan en una pantalla.
No sé bien por qué será, pero ver hoy un luminoso en el Metro de Madrid pidiendo solidaridad para el pueblo haitiano, ha colmado mi paciencia.
Hoy se vuelven solidarios los que hace una semana ponían la mano para recaudar fondos, amén de su ingeniosa subida de precios. La foto que preside esta entrada ha sido cogida hoy, día 18 de enero. El mensaje es claro: Solidaridad. Pero digo yo, ¿no habría que haber sido solidario el día de la gran nevada? No, ese día se prefirió hacer otras cosas.
Creo que lo de Haití nos está dejando al descubierto. Lo bueno es que esta vez estamos siendo claros. Para mediados de la semana que viene nadie se acordará de Haití, nada importará, y los que hoy piden solidaridad volverán a poner la mano cuando más se les necesite.
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