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Especiales: El cine negro (1930-1960)

Publicado el 09 diciembre 2012 por Alvaro83 @enestadocritico
Especiales: El cine negro (1930-1960)
La etiqueta cine negro fue impuesta por la crítica anglosajona para hacer referencia a todo tipo de thrillers.Aunque la mayoría de los historiadores especializados citan 'El Halcón Maltés' (The Maltese Falcon, John Huston, 1941) como la primera y genuina película del género, el cine negro es un concepto tan amplio que muchas otras películas entrarían en la criba por sus características. La etiqueta cine negro (film noir) fue impuesta por la crítica francesa y es con la que se conoce al período clásico y de máximo esplendor de estas producciones (típicamente americanas)que ocuparía de 1940 a 1950. Puesto que la crítica anglosajona engloba a este tipo de cine bajo la etiqueta de thriller (policíaco, cine de gángsteres o de temática criminal, acción), y la influencia del folletín (las historias hard boiled y toda la influencia posterior de las pulp fiction) y las novelas (Dashiell Hammet o Raymond Chandler) sobre este tipo de cine mantiene arquetipos que se dan en películas anteriores a la película de Huston que se cita como la primera del género, films de los años 20 o 30 se podrían considerar precursores del género con etiqueta en sí, pero con las características necesarias para entrar también dentro del conjunto.
Especiales: El cine negro (1930-1960) De este modo 'Hampa Dorada' (Little Caesar, Mervyn LeRoy, 1931), sienta los precedentes de todas las películas de gángsteres que conocemos, desde sus contemporáneas, sin ir más lejos 'Scarface, el terror del hampa' (Scarface, Howard Hawks, 1932) hasta 'El Padrino'(The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972) o 'Atrapado por su Pasado'(Carlito's Way, Brian De Palma, 1993). 
En pleno apogeo de la novela negra, y más concretamente de los relatos denominados hard boiled'Hampa Dorada' surgía de la fascinación que produjo en el director la lectura de la novela 'El Pequeño César' de William R. Burnett. Estrenada con gran éxito e interpretada por Edward G. Robinson y Douglas Fairbanks Jr., la película plantó las bases de todo un género al narrar el ascenso y caída de Cesare "Rico" Bandello y gozaría del beneplácito del público por dos razones: porque los gángsteres estaban de moda y eran actualidad en los Estados Unidos y porque la gente admiraba ese estilo de vida. La idealización del modo de vida gangsteril y su relación con el american way of life, hizo que muchos censores no vieran con buenos ojos las producciones que retrataban el mundo del hampa.

El Código Hays para la censura fue incapaz de detener el aluvión de películas sobre el mundo del hampa.De ese modo William Hays (artífice del Código Hays) y Edgar Hoover, del FBI, propiciaron que 'Scarface, el terror del hampa' (Scarface, Howard Hawks, 1932) retrasara su estreno y sufriera algún que otro corte. Aunque, evidentemente, todas estas medidas resultaron finalmente inútiles. 
Inspirada en la vida real de Al Capone (como tantas otras películas) e interpretada por Paul Muni, George Raft, Ann Dvorak y Boris Karloff, cuenta el auge y caída de Toni Camonte y sienta las bases que ya tendría su predecesora: el lujo, la vestimenta de mal gusto, la violencia, y el inmoral modo de ascenso social que tanto gustaban al público y tanto preocupaban a los censores. La película fue un verdadero éxito y hoy en día sigue considerándose una de las obras magnas del género. A partir de la cinta de Howard Hawks surgieron cerca de 50 producciones similares (de desigual éxito) en sólo un año (1931) y que fueron creciendo progresivamente en los siguientes años, aunque irían cambiando conceptos y modos.

Especiales: El cine negro (1930-1960)De hecho, el crack del 29 incluyó en las películas de género una especie de crítica social que intentaba indagar en los fenómenos sociales que llevaban a personas normales a delinquir o que critican las desigualdades sociales provocadas por la crisis económica. En'Furia' (Fury, Fritz Lang, 1936), interpretada por Spencer Tracy y Sylvia Sidney, se nos cuenta la historia de Joe, confundido con un criminal y encarcelado injustamente y que buscará su venganza después de que se le de por muerto cuando un grupo de ciudadanos intente buscar la justicia por su mano y prendan fuego a la cárcel. En la película se ponían de relieve las desigualdades sociales, el lado más oscuro de la raza humana pero también la corrupción política y judicial.

Una vez que los gángsters desaparecieron de los periódicos, el cine comenzó a contar historias que afianzaron el mito del mafioso: tipo con una dura infancia que termina siendo dueño de un imperio.Junto a este tipo de cine de marcado relieve de denuncia, surgían películas que recuperaban la figura del gangster pero desde una perspectiva totalmente diferente a la que se había acostumbrado el espectador. Hay que tener en cuenta que los gángsteres como tales, en la vida real, están prácticamente acabados y apenas son portada en los periódicos. La Ley Seca había sido abolida en 1933 y junto con el encarcelamiento de Al Capone y Lucky Luciano, se había dado caza a peligrosos criminales como John Dillinger, retratado por Michael Mann en su película 'Enemigos Públicos' (Public Enemies, 2009), o a la pareja formada por Bonnie Elizabeth Parker y Clyde Barrow, también retratada en 'Bonnie and Clyde' (ídem., Arthur Penn, 1967).

Así, el mito del gangster cede paso a las condiciones que hacen nacer al gangster, en una especie de revisión de situaciones que llevan a un tipo normal nacido en barrios marginales a convertirse en dueño y señor de un imperio de criminales. 'Ángeles con Caras Sucias' (Angels with dirty faces, Michael Curtiz, 1938), interpretada por James Cagney, Humphrey Bogart y Patt O'Brien, se centra en el surgimiento de las pandillas y la influencia que ejercían en los chavales jóvenes y como, desde ese pequeño escalón se iba ascendiendo en el peligroso mundo del crimen. La historia nos narra la vuelta a casa de Rocky Sullivan un gángster que tras cumplir pena en la prisión vuelve a su antiguo barrio y retoma su amistad con un viejo compañero, Jerry Connolly, reconvertido en cura, y que se convierte en líder de una pequeña banda de delincuentes.
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En una línea similar, encontramos una película que puede servir como resumen de todo lo que el cine negro había dado a la cinematografía estadounidense. 'Los Violentos Años 20' (The Roaring Twenties, Raoul Walsh, 1939), interpretada por James Cagney, Priscilla Lane, Humphrey Bogart, Gladys George y Jeffry Lynn, es un verdadero resumen político, social y, también, del auge y caída del universo gangster en Estados Unidos. Los conflictos bélicos, la Ley Seca o la Depresión del 29, son el contexto sobre el que se mueve la historia de tres personajes que se mueven en universos distintos. 

Especiales: El cine negro (1930-1960)El hombre que vuelve de la guerra y coge el buen camino, el que asciende lentamente en el mundo del hampa y el gángster consolidado que saca tajada del contrabando gracias a la imposición de la ley de prohibición.
En los años 40, con el New Deal y la posibilidad de una nueva Guerra Mundial, la corrupción volvía a resurgir en América aún cuando el país parecía recuperarse lentamente del fuerte golpe que había supuesto el crack del 29. Cuando el cine negro parecía totalmente muerto, John Huston revitalizaba totalmente el género, imponiendo la figura del detective y daba forma a la que para muchos es la principal y primera película de cine negro como tal. 'El Halcón Maltés' (The Maltese Falcon, John Huston, 1941), interpretada por Humphrey Bogart y Mary Astor, se basa en la novela del mismo título del prolífico Dashiel Hammett, sobre el detective Sam Spade, y que, además de ofrecernos la figura del carismático detective, da forma definitiva a lo que se entiende en el género como el personaje de la mujer fatal. En la película se dan cita todo tipo de engaños, traiciones y asesinatos mientras permanece el objetivo final de encontrar la estatuilla que da nombre a la cinta.

Especiales: El cine negro (1930-1960)Humphrey Bogart dio vida a dos de los detectives más famosos del género: Sam Spade y Philip Marlowe.Junto a la figura del detective creado por Hamett, encontramos la de Philip Marlowe, salido de la pluma de Raymond Chandler, otro de los iconos de la novela negra y que también tendría su hueco en el cine. Aparecería en 'Historia de un Detective' (Murder, My Sweet, Edward Dmytryk, 1944) y en otros tantos títulos más como 'La Dama del Lago'(Lady in the Lake, Robert Montgomery, 1946). Pero sobre todo sería en'El Sueño Eterno' (The Big Sleep, Howard Hawks, 1946), interpretada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall, en la que Bogart da vida a Marlowe contratado por un millonario para investigar el chantaje al que está siendo sometida una de sus hijas. 
Asentada la figura del detective, el personaje de mujer fatal quedaría totalmente representado en 'Perdición' (Double Indemnity, Billy Wilder, 1944), interpretada por Fred MacMurray, Barbara Stanwyck y Edward G. Robinson, en la que la figura de la rubia que se sirve de los juegos sexuales y que resulta una letal asesina queda perfectamente retratada. La película narra el plan que lleva a cabo un vendedor de seguros seducido por una misteriosa rubia para asesinar al marido de ella y cobrar un suculento dinero.
En esa misma línea andaría 'El Cartero Siempre Llama Dos Veces' (The Postman Always Rings Twice, Tay Garnett, 1946), interpretada por Lana Turner y John Garfield y basada en la famosa novela de James M. Cain, al que se le había levantado la censura de su obra.

Especiales: El cine negro (1930-1960)Aunque la figura del detective iba tomando fuerza, aún quedan títulos que reivindican la figura del gángster de un modo diferente al que nos habían mostrado los estudios en los años 20 y 30. Así, 'Forajidos'(The Killers, Robert Siodmack, 1946), interpretada por Burt Lancaster, Edmond O'Brien y Ava Gardner, además de introducir otra figura típica del folletín como es la del boxeador, nos narra toda una desventura en la que se ve involucrada una belleza como es Ava Gardner con cárcel, traición, venganza y muerte. En una línea similar aparece 'El Beso de la Muerte' (Kiss of Death, Henry Hathaway, 1947), interpretada por Victor Mature y Richard Widmarck o 'Retorno al Pasado' (Out of the Past, Jacques Tourneur, 1947), con Robert Mitchum, Jane Greer y Kirk Douglas.

Comienzan a entrar boxeadores, como en 'La Fuerza del Destino' (Force of Evil, Abraham Polonsky, 1948), asaltantes de segunda y personas normales que, seducidas por mujeres, cometen todo tipo de actos criminales. Sobre todo atracos que se llevan a cabo con firmes planes y dudosos objetivos. Es el caso de 'El Abrazo de la Muerte' (Criss Cross, Robert Siodmack, 1948), con Burt Lancaster e Yvonne deCarlo, en la que un guardia de seguridad se ve inmerso en el atraco a un furgón blindado para darle a la mujer de la que está enamorado todos los lujos que no se puede permitir. También películas con cierto aire documental que intentan mostrar el lado más oscuro de las calles estadounidenses. Es el caso del Nueva York que se retrata en 'La Ciudad Desnuda' (The Naked City, Jules Dassin, 1948), interpretada por Barry Fitzgerald y Don Taylor. Sobre todas esas películas se divisa una atmósfera corrupta en la que nadie parece ser lo que es, y que ha dado grandes títulos al género.

  
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'La Dama de Shanghai' (The Lady from Shanghai, Orson Welles, 1948) con Orson Welles y Rita Hayworth y, sobre todo, un regreso a la figura del gángster original como ocurre en 'Al Rojo Vivo' (White Heat, Raoul Walsh, 1949), con James Cagney y Edmond O'Brien, que nos cuenta el ascenso en el mundo del crimen de Cody Jarret, un peligroso atracador, o 'El Demonio de las Armas' (Gun Crazy, Joseph H. Lewis, 1949), una de las películas más reivindicadas del género, interpretada por John Dall y Peggy Cummings, que cuenta la odisea de una pareja de criminales en plena fuga al más puro estilo de la leyenda de Bonnie y Clyde.

En los años 50 el cine negro comienza a tomar prestados motivos de otros géneros cinematográficos, y también comienza a centrarse en criminales de la calle, dedicados a atracos, juegos ilegales o simplemente a sobrevivir. 'La Jungla de Asfalto' (The Asphalt Jungle, John Huston, 1950), interpretada por Sterling Hayden, Louis Calhern y Sam Jaffe, habla de esa clase de hombres. Centrada en una banda que planea el atraco a una joyería, no sería la única película que tendría a una banda de atracadores como protagonistas, aunque si quizá uno de los grandes títulos del género junto a 'Atraco Perfecto' (The Killing, Stanley Kubrick, 1956), con Sterling Hayden y Marie Windsor, sobre los preparativos y posterior asalto a un hipódromo.
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Junto a esos hombres destinados a sobrevivir, también encontramos a aquellos que por circunstancias se ven envueltos en planes que parecen contrarios a su modo de vida. Es lo que ocurre en 'Extraños en un Tren' (Strangers on a Train, Alfred Hitchcock, 1951), con Farley Granger y Robert Walker, en la que dos hombres que se encuentran en un tren conformarán una unión que tendrá como objetivo ejecutar el crimen perfecto, uno de los temas sobre los que volvería Hitchcock en otras películas de su filmografía.


Delincuentes normales, boxeadores, atracos o detectives al margen de la ley fueron algunos de los nuevos personajes que fue incorporando el género a lo largo de los 50.A esos prototipos hemos de sumar el del detective que comienza a actuar por su cuenta al margen de la ley, como ocurre en 'Brigada 21'(Detective Story, William Wyler, 1951), con Kirk Douglas y Eleanor Parker, 'Los Sobornados' (The Big Heat, Fritz Lang, 1953), interpretada por Glenn Ford y Gloria Grahame y que cuenta la vuelta que da la vida de un policía que se convierte en un tipo sediento de venganza tras el asesinato de su mujer o 'Sed de Mal' (Touch of Evil, Orson Welles, 1958), con Orson Welles, Charlton Heston y Janet Leigh. También el de la mujer fatal, cada vez más sofisticada y peligrosa, como ocurre en 'Cara de Ángel' (Angel Face, Otto Preminger, 1952), interpretada por Jean Simmons y Robert Mitchum y que gira alrededor de la vida de una joven que tiene como objetivo asesinar a su madrastra para hacerse con la economía familiar. Evidentemente, la industria cinematográfica no era ajena a volver sobre los iconos que habían marcado gran parte de su producción en los años anteriores. Es decir, los gángsteres iban y venían por la gran pantalla para evitar que perdieran la rentabilidad de la que habían gozado. Por ello, volvían a surgir historias con la mafia como telón de fondo y que, a su vez, se modernizaban adaptándolas al contexto social en el que los comunistas eran los malos malísimos, y en la que el espionaje internacional jugaba una baza fundamental y totalmente lista para explotarla. Si uno de los precedentes podemos encontrarlo en 'Sabotaje' (Saboteur, Alfred Hitchcock, 1942) o en 'Encadenados' (Notorious, Alfred Hitchcock, 1946), en los años 50 surgen toda una serie de películas que mezclan a atracadores, espías y conspiraciones internacionales. Así, 'Manos Peligrosas' (Pickup on South Street, Sam Fuller, 1953), 'La Casa de Bambú' (The House of Bamboo, Sam Fuller, 1955) y centrándose en fórmulas más clásicas películas como 'Chicago, Años 30' (Party Girl, Nicholas Ray, 1958) y otras que volvían sobre la figura del detective tales como 'El Beso Mortal' (Kiss Me Deadly, Robert Aldrich, 1955), centrada en la figura del novelesco detective Mike Hammer.

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El período denominado clásico del cine negro, que se había iniciado con 'El Halcón Maltés', se cierra con dos películas también muy representativas del género. 'Anatomía de un Asesinato' (Anatomy of a Murder, Otto Preminger, 1959), interpretada por James Stewart, Ben Gazzara y Lee Remick, y 'La Ley del Hampa' (The rise and fall of Legs Diamond, Budd Boetticher, 1960), con Ray Danton y Karen Steele. La primera de ellas narra la historia de un fiscal, un abogado alcohólico y una secretaria que aceptan trabajar en la defensa de un teniente del ejército que ha asesinado a un hombre que ha violado a su mujer. En'La Ley del Hampa' se vuelve sobre el clasicismo que había dado al género sus mayores glorias aunque ya se percibía que el cine negro necesitaba de una renovación. La cinta cuenta las andanzas del personaje real Jack "Legs" Diamond, guardaespaldas de Arnold Rohstein.


En los 60, el gángster es más sofisticado: maneja nuevos negocios y tiene relaciones con grandes empresas y con políticos.A partir de los 60 se da una característica en alguno de los títulos más representativos del cine negro. Y no es otra que adaptar las historias al contexto social real. Los gángsteres han adoptado otras formas y ahora llevan negocios más grandes y pertenecen a algunos de los miles de tentáculos que manejan importantes empresas. Aunque conocidos sus negocios, parecen actuar con mayor impunidad aún si cabe que en décadas anteriores.
Así, películas tales como 'Underworld USA' (ídem., Sam Fuller, 1961),'The Big Operator' (Charles Haas, 1960), 'El Sindicato del Crimen'(Murder Inc., Burt Balaban y Stuart Rosenberg, 1960), daban buena cuenta de ello, aunque no faltaban películas que volvían a poner de relieve las consecuencias de la criminalidad y la figura de los asesinos sin escrúpulos como 'Código del Hampa' (The Killers, Donald Siegel, 1964) o 'A Quemarropa' (Point Blank, John Boorman, 1967).
Por ejemplo, en 'Underworld USA' se narra la historia de unos traficantes de alcohol durante la época de la Ley Seca y sus relaciones con grandes empresas. Por otra parte, 'Código del Hampa', con Lee Marvin, John Cassavetes, Ronald Reagan y Angie Dickinson, cuenta el encargo que reciben dos asesinos de liquidar a un afamado piloto de carreras venido a menos y en 'A Quemarropa', también con Lee Marvin y Angie Dickinson como protagonistas, se nos cuenta una historia de traición y venganza.

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Adaptando nuevos patrones, nuevas historias de renovadas generaciones de escritores que se ven aupados por increíbles éxitos, como es el caso de 'A Sangre Fría' (In Cold Blood, Richard Brooks, 1967) sobre la novela del mismo título de Truman Capote, y empañados por el espírituunderground de algunos productores y directores, el cine negro de los 60 iba adoptando nuevas formas, nuevos estilos narrativos y reinvención de fórmulas que parecían agotadas como la del detective privado que volvía a la gran pantalla en películas como 'Harper, Investigador Privado' (Harper, Jack Smight, 1966), con Paul Newman, Lauren Bacall y Shelley Winters, 'Gunn' (ídem., Blake Edwards, 1967),'La Senda del Crimen' (P.J., John Guillermin, 1968) o 'El Detective'(The Detective, Gordon Douglas, 1968).
Junto a estos títulos, surgen algunas películas que quieren volver a retomar patrones clásicos para renovar el género y que hablan de las grandes figuras de la mafia o de delincuentes comunes con mucha prensa en su día. Aparece así 'La Matanza del Día de San Valentín' (The St. Valentine's Day Massacre, Roger Corman, 1967), centrada en la figura de Al Capone y en la famosa matanza que da nombre al título. Junto a la cinta de Corman, el film de Penn que camina por los mismos derroteros, adaptando los patrones clásicos del cine negro a una nueva forma de narrar. La cinta en cuestión es 'Bonnie y Clyde' (Bonnie and Clyde, Arthur Penn, 1967), basada en las andanzas de la pareja de atracadores que conformaron Clyde Barrow y Bonnie Parker, a quienes dieron vida Warren Beatty y Faye Dunaway respectivamente.

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