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Estudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos)

Publicado el 28 diciembre 2009 por Crowley
Estudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos)
"Hasta que no me muera, nadie puede garantizar que me conoce... Solo gracias a la muerte nuestra vida sirve para explicarnos"
(Pier Paolo Pasolini)

.Inevitablemente, ante un título como el que nos propone Haneke, hemos de hablar, aunque sea brevemente, de los conceptos azar y destino.
Si hablamos de destino (el Señor de los viejos dioses griegos), podemos concluir que no es aquello que te va a suceder, sino que es aquello que sabemos que ocurrirá (como al protagonista de la novela de Alfred Bester "Las estrellas, mi destino", que no cejará en su empeño de llevar a cabo la venganza que mueve su vida).Estudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos)Ya desde tiempos antiguos, desde los estoicos, se creía que a partir de la racionalidad del logos se podía deducir un ordenamiento planificado de las cosas y los acontecimientos; en palabras de Forschner:
"De ello resulta la idea de un mundo teleológico perfectamente organizado en el que la cohesión de todos los elementos presenta un orden significativo, el cual es planificado y puesto en funcionamiento paso a paso por una única fuerza divina".
A ese orden se le llama destino (heimarméne para los griegos o fatum para los romanos) y su finalidad la providencia.En cuanto al azar (que nos conduce también al caos), diremos que son comportamientos impredecibles en sistemas sometidos a leyes deterministas (el conocido "efecto mariposa"). Los actos que realizamos cada día y que en la mayoría de los casos nos resultan inofensivos, pueden llegar a afectar a los demás de formas y maneras que ni tan siquiera imaginamos, como bien se refleja en esta película, donde sucesos banales llevan a que un frustrado intento de algo tan simple como es echar gasolina, acabe con 17 heridos, tres asesinatos y un suicidio.
Muchas personas creen que nuestro destino está escrito desde que nacemos y aunque el azar intervenga en nuestras vidas y decisiones, estas en lugar de crear caos crean orden, con lo cual a pesar de las variables, somos conducidos a nuestro destino escrito y programado. Yo, personalmente, creo que cada uno se labra su propio destino y que las decisiones y actos que adopta le conducen por uno u otro camino. Para Haneke en este film, no es así, los protagonistas estan ya condenados de antemano.
"71 Fragmentos de una cronología del azar", es la película con la que se cierra la conocida como "trilogía del vacío"; un vacío que nos persigue diariamente y se esconde detrás de cada esquina para aparecer en cualquier momento indeterminado e invitarnos a saltar a su regazo siempre tenebroso, como les ocurre a los protagonistas de la película, que ya nacen muertos. Estudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos)Es sin lugar a dudas la más compleja de los tres largometrajes que conforman este tríptico que reflexiona sobre la destrucción occidental, la infelicidad, el capitalismo, la burguesía, la angustia de vivir, lo absurdo de cuanto nos rodea y la alienación de nuestras mentes. Si "El video de Benny" sentó las bases de lo que luego sería "Caché", sin duda alguna "71 Fragmentos..." es la predecesora de "Código desconocido", mucho más intrincada en cuanto a trama y global en cuanto a visión si cabe que este extrapolable mosaico de la vida en Viena. El film exige al espectador más atención y concentración de la que se le había solicitado anteriormente ya que el ejercicio de fragmentación que destila el film es inconmensurable (sólo "El sol del membrillo" ha conseguido llegar a casi alcanzar esa cota de genialidad) y no se le ha hecho la justicia necesaria a Haneke en este punto (ni en muchos otros, dicho sea de paso); al recomponer las piezas y llenar los vacíos existentes, nos damos cuenta que Gestalt tenía razón, que "el todo no es la suma de las partes", ya que lo que vemos (todas las partes) no conforman el total de la historia, ya que las pistas y piezas que faltan se encuentran escondidas en los fundidos en negro entre secuencias. Podría decirse que somos, los espectadores, como ese grupo de jóvenes del largometraje que tratan una y otra vez de solucionar el puzzle, ya que tenemos que recomponer lo vivido y lo visto como si de un juego se tratase (esta idea de Haneke jugando con el espectador alcanzará cotas gloriosas y nunca vistas en su siguiente trabajo, "Funny Games"), un juego macabro, ya que no hay tarea más dura que la de aprender a mirar y pensar en lo que vemos. Se han llegado a hacer comparaciones entre el estilo de esta película y el de obras como "Vidas Cruzadas" ("Short Cuts" de Robert Altman) y "Pulp Fiction" (Quentin Tarantino), pero hay un error de base en cuanto a la comparativa, si bien es cierto que las tres nos muestran la información pretendidamente sesgada, a piezas, también es cierto que mientras las dos últimas dan saltos en el tiempo hacia adelante y hacia atrás, la de Haneke es lineal y todo discurre hacia el futuro, hacia el destino a alcanzar.El film nos lleva a parajes que ya conocemos, nos trae retazos de Antonioni y de Godard nuevamente, pero también de Kieslowsky y sus películas "La doble vida de Verónica" (que nos conduce hasta Bresson) y "El azar" (que es la pieza clave que inspira el film de Haneke).Estudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos)El director vuelve a los planos fijos y a la cámara casi estática que ya utilizara en "El séptimo continente", que vuelven a poner a prueba nuestra limitada paciencia (aún se acuerdan algunos espectadores del Festival de Cannes de la famosa escena de ping-pong que consiguió desesperar a más de uno y ponerles tan nerviosos que tuvieron que abandonar la sala, aunque he de reconocer que a mi me exaspera más aún la escena de la "conversación" telefónica del anciano de 9 minutos). Los elementos recurrentes durante el metraje son el plano-secuencia, el contracampo y el encuadre cortado, lo que nos da la sensación de estar ante un film estático, pero nada más lejos de la realidad. Alguna vez he leído (y oído) que Haneke es como Bergman, lo cual me parece un tremendo error, ya que a diferencia de Bergman, que da énfasis y protagonismo a los rostros (y basta con ver "Persona" para darse cuenta de ello), para Haneke tienen más importancia las manos, las espaldas, los brazos, los gestos... en definitiva, los actos que nos definen como personas y no la persona en si (de hecho, cuando nos muestra alguna cara, lo hace esquivo, sin mostrarla plenamente, como escondiéndola de nuestra mirada) y es que como le dijo Antonioni a Godard, "una manera de acercarse a los personajes es hacerlo por medio de las cosas, más que mediante su vida". Al respecto de no dotarles de una identidad determinada, apuntaba muy bien Yess en un comentario de la tercera parte de este estudio, que es curioso, cuanto menos, que en todas las películas de Haneke los protagonistas tengan el mismo nombre, Georg y Anne.
La película comienza con una noticia impresa en la pantalla (que sin saber muy bien el motivo, me recordó a los carteles de texto de las películas mudas) en la que se nos dice que Maximiliam B., un joven de 19 años de edad, ha asesinado a tres personas en un banco y después se ha pegado un disparo con el arma homicida en su propio coche. El hecho de no ver las imágenes consigue en esta ocasión que no le demos más importancia a lo que se nos cuenta que a cualquier otra noticia de las que salen en las noticias de televisión; esto hace también que no seamos capaces de identificar al personaje hasta casi el final de la película, cuando llega la tragedia.
A pesar de tener ante nuestros ojos unas once tramas diferentes (que van a desembocar en un final común) y contar con un elenco de actores coral, Haneke consigue transmitir esa sensación de soledad, tristeza e incomunicación tan característica en él.El argumento, a grandes rasgos, podría contar con las tramas que desarrollan la vida de los Estudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos)siguientes personajes: Un niño rumano que sobrevive en las calles y el metro de Viena, trapicheando y robando hasta que es detenido y entregado en adopción; un soldado y sus medicinas; un matrimonio en el que ella llora casi de continuo y él reza a menudo y se dedica a traladar dinero entre bancos; unos estudiantes de informática que juegan a puzzles y tratan de recomponer una Cruz a partir de piezas sueltas (siendo tomada la presencia de la Cruz como un signo de fatalidad que está por venir); un anciano que se dirige al banco; otra pareja que se hace cargo de huérfanos; un joven con tendencias a la (auto)destrucción; un jugador de ping-pong que se ha convertido en su entrenador más duro; un hombre solitario que mira la televisión mientras se alimenta; los intersticios de vacío filmados en negro que hay entre secuencias; y finalmente, las noticias de la televisión, cuya pantalla aparece en casi todos los planos...Nuevamente sabemos todo lo que acontece en el convulso mundo que nos rodea por medio de la televisión (que en palabras del propio Haneke "es la compañía de las personas solitarias") y las noticias que nos llegan a través de su pantalla, noticias nunca gratificantes y siempre desde unEstudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos) partidista punto de vista que nos ayudan a comprender que lo que sucede cada día en nuestras calles y ciudades no es más que el reflejo de ese mosaico universal que conforman la violencia, la pobreza y la intolerancia.La mezcla de noticias en la trama, conformando una por si misma, hacen que tomemos la historia del niño rumano como un reportaje más, ya que seremos testigos de su deambular durante dos años. Vemos al joven tanto en la pantalla de cine normal como en la pantalla de televisión, con lo que cobra una doble dimensión, el de personaje real (cuando lo vemos a través de la tele) y como personaje de ficción (cuando lo observamos a través de la película propiamente dicha); lo cual hace que nosotros, como espectadores, cobremos también una nueva dimensión y nos convirtamos en un personaje más de la película, como ese anciano que se pasa los días frente al televisor, lo cual tiene mucho que ver con el concepto fílmico de "afuera y adentro" que tanto interesaba a Godard.
Aunque en un primer momento nos pueda parecer que las secuencias e historias que nos muestra Haneke no forman parte de un "algo" común (noticias de televisión que nos llevan a unEstudio Michael Haneke (4): 71 fragmentos de una cronología del azar (o azares, destinos y bancos) niño cruzando un río, que nos lleva a un hombre y una caja en un camión, que nos lleva a un bebé que llora mientras su madre hace lo propio y su padre se viste despreocupadamente...), pronto descubriremos que no es así, ya que todas las tramas giran aleatoriamente sobre ellas mismas hasta que confluyen en un punto común (el banco) y la vida de todos los protagonistas se une con perfecta precisión.
Una vez acabado el film, en realidad, podemos llegar a replantearnos las cosas y pensar que el asesino en cuestión podría haber sido cualquiera de las víctimas también, que fue quien fue por pura casualidad del azar... ¿o es que tal vez estaba predestinado a ello?... Así que ya saben, estimados seguidores, tengan cuidado con el esquivo azar y vigilen los pasos que les llevan, irremediablemente, hasta su destino. Sea cual sea este.." No muestro la realidad, lo cual es imposible, sino que intento que la reconozcan"Michael Haneke.Ficha técnica:Título original: "71 fragmente einerchronologie des zufalls" / Escrita y dirigida por Michael Haneke / 105 minutos/ 35 mm / Intérpretes: Gabriel Cosmin Urdes, Lucas Miko, Otto Grünmandl, Anne Bennett, Udo Samel, Branco Samarowski, Claudia Martini, Georg Friederich, Alexander Pschill, Klaus Händll / Editada en España por Cameo...Próximo post: "Funny games" (1997 vs. 2007)

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