Revista Salud y Bienestar

La astenia primaveral

Por Especialista


LA ASTENIA PRIMAVERAL

Con la llegada de la primavera suele ser frecuente la aparición de algunos síntomas físicos y psíquicos propios de la desadaptación de nuestro organismo a las nuevas condiciones climáticas. Con el paso de una estación a otra, al estar expuesto nuestro organismo a multitud de cambios climáticos, es frecuente la aparición de lo que popularmente se denomina ASTENIA PRIMAVERAL, un trastorno adaptativo de carácter leve cuyos síntomas remiten cuando el organismo se adapta a la nueva estación del año.
Cierto es que los cambios de una estación a otra, cada vez son más bruscos y ello propicia que la aparición de la astenia primaveral vaya en aumento. Podríamos hablar de que en la actualidad el 2% de la población ha sufrido astenia primaveral a lo largo de su vida siendo esta más frecuente que se manifieste en las mujeres.
Los síntomas más frecuentes de la astenia primaveral son: - Sensación de fatiga generalizada: agotamiento, cansancio y debilidad.- Somnolencia diurna y falta de apetito.- Tendencia a la apatía y a la melancolía.- Cambios frecuentes de humor, irritabilidad, falta de interés y motivación.- Dificultades de concentración.- Disminución de la libido.
Cabe decir que los síntomas manifiestos son de carácter leve y que no impiden el mantenimiento de las obligaciones y rutinas diarias a pesar de que en ocasiones implique un esfuerzo “subjetivamente” inmenso.
En el caso de aquellas personas que sufren de mayor predisponibilidad, sensibilidad o bien padecen de algún problema emocional (cuadros de ansiedad, estrés o depresión) es frecuente que los síntomas anteriormente mencionados se acentúen.
¿De que dependerá que padezcamos o no astenia primaveral?
Principalmente de nuestro cerebro y de su sensibilidad, es decir, todos acusamos estos cambios primaverales pero dependerá de cada individuo y de su adaptación a los mismos que se manifiesten dichos síntomas.
Contrariamente, las personas asténicas, manifestarán los síntomas propios ya que su organismo no ha sido capaz de adaptarse resultándoles difícil y lento de superar dicho proceso prolongándose éste en el tiempo.
Si hablamos de las posibles causas de la ASTENIA PRIMAVERAL mencionaríamos el sedentarismo, el elevado consumo de medicación así como de sustancias tóxicas (alcohol, café, tabaco…), una alimentación poco saludable, malos hábitos de sueño, estados de ansiedad, estrés o depresión, algunas patologías metabólicas, respiratorias, hepáticas o cardíacas…
En este caso, la prevención puede ser un tratamiento efectivo, por ello son necesarios tener y mantener hábitos de vida saludables. Nos ayudarán a combatir la astenia primaveral el mantener una dieta equilibrada y un horario regular en nuestras comidas y horas de sueño, eliminar las sustancias excitantes, practicar ejercicio físico al aire libre y motivarnos a través de actividades que nos estimulen.
Por ello es conveniente recordar que en el caso de que la sensación de cansancio vaya en aumento, persista en el tiempo (varios meses), se identifiquen nuevos síntomas y no existan otros problemas físicos ni psicológicos es recomendable acudir a un profesional especializado, para descartar la posibilidad de cualquier otra patología y paralelamente poder trabajar psicológicamente, con los factores causantes, tales como la ansiedad o el estrés.
En múltiples ocasiones el acompañamiento, recomendación o estrategias de afrontamiento psicológicas son las que, a la larga, nos ayudará más y mejor a ser capaces de superar los procesos adaptativos otorgándonos bienestar y la capacidad de superación personal en nuestra vida.


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