Revista Bares y Restaurantes

Madrid round 1: Casa Mono

Por Theblackcity @Theblackcity
Algunos ya estáis fuera, otros a punto de meter las maletas en el coche/avión/tren/barco, así que id tranquilos, que yo cuido de la city. Y si por un casual alguno vais a Madrid, sin duda el post de hoy y el de mañana os interesa. 
Conocí Casa Mono gracias a una amiga de mi hermano. Cuando ella vivía en Bilbao éramos vecinos, así que por extensión, también es amiga mía. El caso es que cada vez que vamos de visita, le ponemos deberes a mi pobre hermano: "a ver dónde nos llevas a comer!" Pues menos mal que esta vez N le salvó la papeleta al pequeño de la familia (en edad, me refiero), porque nos hemos vuelto de un exquisito... ;)
Previa reserva, llegamos a Casa Mono, un local de dos pisos, de techos altísimos, y una decoración peculiar, entre librería, y antiguo local de venta de todo lo inimaginable. Tiene ese encanto de las tiendas antiguas que lo mismo vendían frutas, verduras, carnes que tenia una zona que podía ser un bazar con miles de cosas. Paredes de azulejos, lámparas impresionantes, y unos camareros uniformados que venían hasta con gorra. 
Mientras esperábamos los entrantes para compartir, nos sirvieron unas aceitunas aliñadas; ya ves qué tontería, unas aceitunas, que no valen nada, y que alegran al cliente y hacen más amena la espera. 

Aceitunas

Para ir abriendo boca!


Como somos muy de compartir, de probar un poco de todo, pedimos la ensalada de tomate Raf (11€ la gracia), jugoso, terso, pero en general, para mi el tomate, no es lo que yo he conocido. Y aquí me perdonarán los de Casa Mono, e incluso igual hasta que me entienden, pero quienes hemos podido disfrutar de ese pueblo en un monte perdido en el cual nuestra abuela con todo el amor del mundo tenia su huertita con vainas, cebollas, patatas, lechugas y tomates entre otras maravillas, hemos conocido el verdadero sabor del tomate. El resto, pues eso, no está mal. Tras el tomate, otro de esos vicios que compartimos los cuatro: ¡pulpo! madre mía, qué bueno, perfecto de cocción, y con unas patatas cocidas debajo, que con el aceite y el pimentón ligeramente picante, apenas duró en el plato. Luego vino el toque exótico con el tercer entrante: langostinos adobados con kikos al curry. Las seis piezas nos supieron a poquito, lógico, somos cuatro a compartir, y claro, cuando algo está bueno, pues te sabe a poco. Buen entrante para probar.

Madrid round 1: Casa Mono

Ensalada tomate Raf


Madrid round 1: Casa Mono

Langostinos adobados con kikos al curry


Madrid round 1: Casa Mono

Pulpo a la parrilla


Madrid round 1: Casa Mono

Impresionante la decoración 


Los entrantes dejaron el listón bien alto: y con los segundos, mi hermano lo tenía claro, ¡solomillo! Mis padres no dudaron tampoco, el bogavante asado les pareció lo bastante diferente a las cartas habituales, como para probarlo, así que yo, por llevar la contraria, pues bacalao (#fan). Y maldita la horraaaaaaaa! mira que me gusta el bacalao, de cualquier manera que sea, pero el gratinado de marisco que tenía por encima, para mi gusto, desfavorecía el plato: la tajada, jugosa, bien gordita, estaba cubierto por una capa de mayonesa con trocitos de surimi y ¿gambas? no localicé más marisco. No sé si es que en caliente no me pegaba esta mezcla, o qué. Sin embargo, mis padres estaban encantados con el bogavante (estaba delicioso, ¡todo un acierto!), y mi hermano, con el solomillo, las patatas, los pimientos... 

Madrid round 1: Casa Mono

Bacalao confitado con espinacas y gratinado de marisco


Madrid round 1: Casa Mono

Solomillo de ternera a la parrilla


Madrid round 1: Casa Mono

Bogavante asado con brotes


Llegados a este punto, felicitábamos ya a mi hermano y a nuestra querida vecina-amiga N por la buena elección, y mirábamos el estante de las tartas caseras, desde que nos sentaron en la mesa. Al traernos la carta, mi querido hermano tenía claro que había que pedir la de dulce de leche, previa recomendación de N: se trataba de una tarta de queso, cuya base estaba hecha de dulce de leche. Imaginad una tarta de queso tradicional, pero en vez de fresa o frambuesa, ¡dulce de leche! Además de esa, pedimos una carrot cake, lo mío con esta tarta es amor incondicional. 

Madrid round 1: Casa Mono

Carrot cake

Madrid round 1: Casa Mono

Tarta de queso con dulce de leche


CASA MONO
www.casamonomadrid.com
C/Tutor, 37 Madrid.

Hay miles de sitios maravillosos por Madrid pero sin duda, Casa Momo es toda una sorpresa, en serio, sólo por ver el pedazo de local que tienen, merece la pena visitarlo. El servicio fue muy amable, rápido y eficiente, me gustó mucho su cocina, quizás lo de la mayonesa o la crema que habia sobre el bacalao, fue lo que menos me gustó, pero vamos, para gustos los colores, a mi madre ¡le encantó!
Gracias N y A, a la primera por sugerirnos este local, y a A por llevarnos sin perdernos por Madrid. ;)


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