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Mona de Pascua, ¿innovación o tradición?

Por Sentir @menjasa1

La palabra Mona es originaria del árabe y al incorporarse a la cultura romana adquirió el significado de regalo u obsequio. Así se mantuvo hasta que el catolicismo lo incorporó a su cultura para referirse a la tradición que dio lugar a lo que hoy en día conocemos como Mona, que no es más que la celebración de que se ha acabado la abstinencia de la cuaresma.

A pesar de la antigüedad de la tradición, no es hasta mediados del siglo XX cuando esta se transformó y se empezó a añadir el chocolate y las figuras en el tradicional pan enriquecido con huevos duros que cada padrino regalaba a su ahijado en Cataluña, Valencia o Murcia, tal y como explica Carlos Carreras, pastelero y miembro de la junta directiva del Gremio de Pasteleros de Barcelona.

“La Mona de Pascua es, básicamente, una tradición arraigada en Cataluña, aunque el obsequio y la figurita de chocolate se extiende cada vez más a otras partes del país y del mundo”, añade Carreras. En esta misma línea, Christian Escribà, propietario de las pastelerías Escribà de Barcelona, ??ha hecho referencia a este proceso de expansión del concepto de Mona todo el mundo en la inauguración de su nuevo establecimiento en la Illa Diagonal, y añade que “los catalanes hemos sido poco listos a la hora de exportar la Mona, porque ahora en pastelerías todo el mundo encuentras Monas de Pascua, pero nadie las conoce como tal”.

Las Monas, en Cataluña como tierra originaria y en muchos otros lugares, se elaboran con chocolate totalmente natural porque hay una legislación que marca de forma terminantemente clara y rigurosa las posibilidades de chocolate que se pueden utilizar. Según Carreras, básicamente se elaboran a base de manteca de cacao o pasta de cacao con azúcar, y cada vez se utilizan menos colorantes o se hace un uso mucho más controlado y restringido.

Aun y así, aunque los ingredientes de la Mona son básicos y tradicionales, la presentación y el aspecto son cada vez más originales y espectaculares. Jugadores de fútbol, ??personajes de películas, formas imposibles… La mona no tiene más límites que la habilidad del pastelero: “la pastelería es un sector que cada vez más tiende a la personalización y, como tal, una de las tendencias de este año para las Monas de Pascua es la personalización”, comenta Escribà. Sin embargo, y a pesar de las maravillas elaboradas por los pasteleros, muchos ahijados siguen decantándose cada año por el tradicional huevo, conejo o campana, o la habitual masa de bizcocho recubierta con mantequilla, chocolate o yema y dejan de lado innovaciones o filigranas.

Este año, el Gremio de Pastelería de Barcelona prevé que las ventas de estas dulces creaciones aumenten del 1,5 al 3% respecto al año pasado, haciendo que la venta de Monas de Pascua oscile entre las 466.900 y las 473.800 unidades. Tal y como ha declarado el Presidente del Gremio de Pastelería de Barcelona, ??Elies Miró, “la Pascua es una de las fiestas móviles del calendario y este año cae antes de que el año pasado. Este hecho beneficia al sector de la pastelería, ya que estamos en una época donde todavía no hace mucho calor, y con el frío suele aumentar el consumo de pasteles y de chocolate”.


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