Nadie; Ser un Don Nadie no es tan malo

Por Nacho Cañas.

Hutch (Bob Odenkirk), un padre de familia tipo casado con Becca (Connie Nielsen) y padre de dos hijos. Un día cualquiera unos ladrones entran a su casa, pero cuando Hutch tiene la posibilidad de atacar los deja ir, a pesar de que lo robaron algunos objetos de valor sentimental como un reloj y un anillo. Eso, sin embargo, despertará algo en él.

Ilya Naishuller ya dirigió hace algunos años, Hardcore Henry, película que triunfó bastante en su campo, ya que era acción visto desde primera persona durante todo el metraje. Aquí vuelve a dirigir una amalgama de explosiones, huesos rotos, coches volcando y balas surcando el cielo que te deja sin aliento durante toda la película.

Odenkirk se pasa así a casi un género en si mismo, la de actores maduros encarnando a héroes de acción. Este lo estrenó Liam Neeson con Taken y ha pasado por gente tan variopinta como Stellan Skarsgård o Keanu Reeves. En todos estos casos se quiso valorar las dotes intepretativas por encima de los héroes más musculados de los 90 e imprimir un poco de “seriedad” dentro de lo absurdo de las situaciones.

Totalmente inverosímil, pero aún así, atractiva, la historia es una mera excusa para disfrutar de peleas de todo tipo. Una vez más se nos cuenta como un hombre de familia y rutinario parece que oculta un pasado oscuro cuya mecha se prenderá con un incidente, en principio sin mayor complicación.

La música, incrustada al mi parecer sin ser una buena elección. El blues más desgarrador en momentos de acción no acaba de fundirse con lo que vemos en pantalla, y aunque no incomoda, uno no deja de pensar que cualquier otro género hubiera encajado mejor.

Sin embargo, tanto el montaje como los efectos están continuamente destacando por encima de cualquier otra característica. La violencia es dura sin llegar a ser desagradable. Y cada golpe que se da, duele también al espectador. Hutch es un héroe de acción que sufre, mucho y que en cada una de las peleas acaba lleno de magulladuras, cortes, e historias con forma de cicatrices en la piel.

En definitiva, si uno es fan de las historias de John Wick y sucedáneos ya sabe lo que se va a encontrar en esta película. Y además, como guinda del pastel, podemos ver de nuevo a un Christopher Lloyd (Doc Emmet Brown en Regreso al futuro) que, a sus 82 años, aún sigue teniendo cuerda para rato.