Revista Baloncesto

NCAA March Madness. El cuento de hadas no pudo tener final feliz.

Publicado el 06 abril 2010 por Paupelu
Al menos para Butler, la Universidad que había demostrado a todos que se puede luchar contra los grandes programas repletos de jugadores físicos y preparados para el famoso "one-and-done". Duke venció en la final por 61-59 a Butler en uno de los encuentros por el campeonato más emocionantes que se recuerdan y decidido en los últimos segundos con un fallo de Gordon Hayward.
El encuentro ha estado parejo en todo momento donde la mayor diferencia en el marcador fue de 6 puntos a favor de Duke (20-26 min. 15). Al descanso uno de los principales problemas de Butler, el rebote ofensivo era solventado eficazmente y las faltas personales de Matt Howard eran suplidos con 10 puntos sorprendentes de Avery Jukes. Pero la ventaja de los Blue Devils volvió a ser el rebote (36 a 32) y la intimidación (7 tapones por 0 de Butler). Brian Zoubek se cargaba de faltas mientras seguía sumando rebotes (10) y Gordon Hayward anotaba desde la línea de libres (8-8). En Duke sólo anotaban sus jugadores titulares y Kyle Singler sumaba hasta irse a los 19 puntos y 9 rebotes, mientras que en Butler la responsabilidad iba cayendo cada vez más sobre Gordon Hayward, hasta la aparición de Howard, que con dos canastas cruciales volvía a situar a Butler con opciones al final.
Finalmente, la gran defensa de Butler en las últimas acciones y un rebote defensivo de Zoubek provocaba que Hayward tuviera que lanzar desde el centro del campo en un tiro que tocó aro tras tablero y que acababa con la ilusión de la pequeña Universidad de Indianápolis de pasar a la historia y escribir una hoja más en el libro de las hazañas de este deporte. Con Mike Kzryzewsky abrazándose a Scheyer, Singler, Thomas y compañía y con Brad Stevens clavado de rodillas, la historia que pudo tener un final feliz se fue a Durham abandonando Indiana. Cuarto título para Duke y para "Coach K" en un programa de baloncesto caracterizado por su regularidad y por contar con un nivel académico más propio de Ivy League. La experiencia de la plantilla de los Blue Devils, con tres seniors y dos juniors en su quinteto titular deja en evidencia los programas express repletos de freshmen obligados por las circustancias a pasar un año en la Universidad de camino al profesionalismo.
Viendo la plantilla de Butler o Duke es difícil creer que salvo Singler o Hayward algún otro pise una cancha NBA o de Euroliga con el protagonismo suficiente para sentirse importante en la consecución de algo como lo han podido hacer aquí. Y esto es lo que hace grande al baloncesto universitario, como lo hizo la canasta ganadora de Murray St. ante Vanderbilt, o la eliminación de Kansas a manos de Norther Iowa y un tal Ali Faroukmanesh, o ver a los "empollones" de Cornell hacer sudar a los prometedores Wildcats de Kentucky.
Hasta aquí la temporada 2009/2010 de la NCAA y el seguimiento desde este blog a este maravilloso evento. Espero que todas las líneas escritas hayan ayudado a algunos a seguir más de cerca esta competición o a otros a descubrirla y que les enamore como me enamoró a mí allá por 1997 cuando la ví por primera vez un caluroso verano. Y espero que algunos se hayan enamorado como me pasó a mí hace algunos años del juego de la Universidad de Butler, de la cual apostamos como equipo de Final Four mucho antes de que eliminaran a Syracuse y que mucha gente los conociera. Pero el ganador ha sido Duke y para ellos la enhorabuena, aunque hubiera sido bonito que el baloncesto hubiera sido justos con Butler y su cuento de hadas, que se queda sin final feliz.
NCAA March Madness. El cuento de hadas no pudo tener final feliz.
Foto: CBS.com

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