Nessi, el monstruo del Lago Ness

La imagen más famosa de Nessi

La historia de dicho monstruo existe desde el siglo VI, muchos investigadores han recorrido las aguas del Lago Ness, con la esperanza de encontrar alguna prueba que confirme la leyenda.
Con el paso de los siglos ha habido muchos testigos oculares, que describen a Nessi como un monstruo de color rojo oscuro, piel lisa y que mide aproximadamente entre ocho y nueve metros de longitud. Debido a estas descripciones hay científicos que creen que puede tratarse de un plesionario, es decir, un dinosaurio marino.

La leyenda de Nessie
Esta leyenda nos cuenta que un misionero irlandés, San Columbano, fue el primero que vio el monstruo en el año 565. Según él, Nessi había atacado a un vecino y el misionero exhortó a la bestia con el fin de que no atacase a personas. Desde entonces no existen noticias de que este haya atacado a seres humanos.
Desde ese momento y hasta la fecha, miles de personas comentan sorprendidos sus experiencias con Nessie.
Existen muchas imágenes sobre este, aunque ninguna lo suficiente nítida y concluyente sobre este ser.

Las Características del Lago Ness
Este lago es de forma alargada, tiene una extensión de 40 kilómetros y sus aguas son bastante cálidas en la superficie y muy frías a medida que se desciende.
Es muy difícil de investigar, ya que hay muchos sitios que al lado de la orilla la profundidad llega a los 200 metros. También posee de unos canales subterráneos que lo comunican con el mar, hecho que podría provocar que el monstruo entrara y saliera del lago, así explicaríamos que este ser apareciera ocasionalmente.


Una expedición muy conocida
En 1972, el doctor Robert H.Rines fue el que dirigió esta expedición, usaron un moderno equipo de sonar y un sistema de cámara estroboscópica, con la finalidad de fotografiar la vida subacuática del lago y así descubrir si existía tal monstruo.

A la una de la madrugada del 8 de agosto el equipo empezó a ver en la pantalla del sonar unas oscuras y pesadas señales de un abundante objeto en movimiento, la cámara estroboscópica fotografió las manchas captadas por las ondas del sonar, al ser procesadas en un ordenador, se pudieron definir varias imágenes. Los resultados de los análisis señalaban una aleta que media entre 1.50 a 1.80 metros de largo y dos cuerpos separados por 3.5 metros, gracias a esta expedición por fin hubo una evidencia palpable de la existencia de uno o algunos seres acuáticos que habitan el legendario lago.

Este solo es un ser más de los muchos que hay en nuestro planeta y que aún al día de hoy desconocemos…