Noé, el primer vinatero

Giovanni Bellini – Drunkennes of Noah

La historia (bíblica) nos muestra a Noé como el primer viticultor de la historia, un hombre tenaz a la par que borracho y que llegó a la nada desdeñable edad de 950 años, lo cual nos confirma que el vino es beneficioso para la salud.

Noé, hombre sabio donde los haya, tras su crucero en el arca con familia, amigos y algún que otro animal, lo primero que hizo a sus 601 años y una vez la tierra se seco, fue construir un altar y ofrecer sacrificio de unos cuantos animalicos a Dios. Movimiento que nos demuestra un Noé muy inteligente y previsor a sabiendas de como se las gastaba el tal Dios, que por un pequeño cabreo decidio cargarse a todo bicho viviente — excepto un diverso grupo de privilegiados — eso sí, utilizabdo como pena el ahogamiento en agua, no como otros ‘modernos’ que no hace tanto decidieron utilizar sutiles máquinas tipo guillotina o garrote vil, e incluso métodos naturales, que no biodinámicos, como el gas… ¡A quién se le ocurre!

Volviendo a Noé — que era hombre de grandes aptitudes — y tras la ofrenda, decidió sacarse una vid de la manga, ya que plantas no tenemos constancia que transportara, labró la tierra y la sembró. Acto seguido bebió del vino y se embriagó, que ya es decir poco, porque la castaña debió ser padre. Al parecer fue su hijo Cam, padre de Cannan, quien lo encontro tirado en pelotas durmiendo la mona.

El pobre Cam no sabia muy bien como se las gastaba su padre, el cual por verle en pelotas maldijo a su nieto Cannan, básicamente convirtiéndolo en esclavo de sus tios, Sem y Jafet. Vamos, que eso de que solo estaba desnudo despues de la bolinga está por demostrar… a saber como pillo Cam a Noé para que este enganchara tal rebote.

¡Dios bendia a  Noé! nuestro primer viticultor y vinatero, hombre sabio y de grandes aptitudes, aunque algo borracho y excéntrico como buena parte de los genios.