Luis Ángel Marín Ibáñez, con su obra "Rapsodia", Rosa Amor del Olmo con "Deshora de la conciencia" y María Victoria Caro Bernal con su edición "Tierra Amada: Espíritu de perfección". A los tres, ya se les puede encontrar en "en bloques de pilas" en El Corte Inglés de Gran vía, Maestro y Alcalá. También en las sedes de Casa del Libro en Madrid.
Por si no tenéis información acerca de estas publicaciones, os dejamos con la sinopsis de estas obras que han estrenado la colección ‘Nueva visión poética’ de viveLibro.
Rapsodia: Rapsodia es como su palabra indica un pasaje amplio de un gran poema épico que el poeta, en este caso amigo ha llevado por tiempo escondido en su alma y que ahora comparte con otro lector amigo. La Muerte, La Soledad o el Miedo que conforman para mí una Tríada de sentimientos esenciales al ser humano, porque forman un todo y que casualmente estructuran este poemario probablemente de forma inusitada, no porque su temática sea impositiva, sino porque son esos temas que están en el interior del hombre y Luis Ángel lo comparte en esta estructura de forma natural.
Deshora de la conciencia: Convergen en este texto dos voces, la del poeta que habla y la de quien le apoya, el espíritu y el alma, que le recuerda que la vida se desgrana en libertad, pero sin olvidar que hay una serie de obligaciones de mandamientos impuestos al hombre por la necesidad de mantener viva una parte de la esencia humana espiritual, su componente ético. Premio de poesía: École de Théologiens.
‘Tierra Amada: Espíritu de perfección’: Siento en estas palabras de ardor místico una resonancia de los versos de Teresa de Ávila o de Juan de la Cruz, o de los sufíes, que buscan la «Espiral arcana», porque en la danza del éxtasis aparece la intuición de la unidad. En tal estado de iluminación sentimental conduce a la adoración del Ser capaz de entretejer los Hilos y extender la red «en nuestro vértigo sin equilibrio». Su amor místico es un anhelo de lo contemplado. El bien intrínseco del alma presume la compañía del Ser amado. La Videncia del Día representa ese designio de envolvimiento y de aliento sensual. La poesía es un don que algunos seres sensibles reciben de la Naturaleza Divina. Me alegro del placer estético de leer las tonalidades líricas de Victoria Caro Bernal.
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