Los corazones de dos grandes alcachofas cortadas en picadillo hacen el acompañamiento perfecto de este plato con albóndiga. Las albóndigas han sido preparadas sin sal ya que el caldo usado para guisar las alcachofas y los tomates secos fritos ya contienen bastante sal. Las diferentes texturas hacen de este plato una delicia. Si te parece poco para un plato principal se pueden añadir unas patatas fritas al romero (mi forma preferida de comer patatas).
Receta
Ingredientes: (Para 2 personas)
- El corazón de 2 alcachofas grandes
Limón para que no ennegrezcan las alcachofas
Medio litro de caldo de pollo
Una o tres albóndigas por persona
Tomates secos
Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
- Retirar las hojas de la alcachofa y conservar sólo el corazón, restregar limón para que no se oxide. Cortarlo en lonchas y luego en cubitos, añadir limón para que se mantenga de color claro.
- Añadir dos cucharadas soperas de aceite de oliva a una sartén. Saltear el picadillo de alcachofa durante unos minutos hasta que empiece a tomar color. Verter el caldo caliente poco a poco, a medida que se va absorviendo, se va añadiendo más. La cocción dura en total unos 20 minutos.
- En otra sartén, añadir un par de cucharadas de aceite vegetal. Calentar el aceite y antes de que humee, se retira del fuego y se añaden los tomates secos por un lado. Unos segundos bastan para que se haga, si no se queman. Dar la vuelta con la ayuda de unas pinzas o de un tenedor y freír por el otro lado.
- Servir el picadillo de alcachofas con las albóndigas, los tomates secos y, opcionalmente, unas patatas fritas al romero.