Primer día – Primavera Sound 2013

El festi empezó muy bien con Poolside. La elección no era fácil ¿Poolside o WildNothing? Me decanté por el electro-chill de los primeros, que a pesar de los falsetes del cantante (un poco too much)  lo hicieron bastante bien para tocar a las seis de la tarde. A las tres de la mañana lo habrían animado más al personal. A continuación Woods, otros que pillamos un poco de sopetón para darnos cuenta del grupazo que es. Y sin más preámbulo, una cerveza más cara que la sangre de unicornio y a por Tame Impala. Psicodelia al atardecer y un sonido perfecto hace de los australianos ocupar mi top five de los mejores conciertos del PS13.  Tanto es así, que no me resisto a colgaros el video de su concierto íntegro.

Seguimos con Jessie Ware, una mujer elegantísima en todos los aspectos. Bromeó  continuamente y se mostró muy cercana al público. Su música electrónica con toques de soul quedaban por debajo de su fantástica voz. La verdad es que se agradece este tipo de conciertos en festivales, donde se puede elegir entre diversidad de estilos. Su concierto se solapó con el de Dinossaur Jr., lo cual fue bastante doloroso, aunque no más que las caminatas que nos pegábamos de extremo a extremo del recinto del Parc del Forum (unos quince minutos de idas y venidas entre los escenarios más lejanos).

Y llegó la noche. Y con ellos The Postal Service, con un tono bastante aburridito que sólo animó a las primeras filas y Ben Gibbard que hizo todo lo posible, pero no fue suficiente. Nos quedamos como estábamos y corriendo a Grizzly Bear en el escenario Primavera (maldito escenario), donde, por supuesto ya no cabía ni un alma. A pesar de oirlo desde la lejanía y sólo parte del concierto porque había que coger buen sitio para Phoenix, el suyo fue un directo estupendo.

Ya he dicho todo sobre los franceses. Un directo increíble. Podéis leer aqui su crónica.

Tras la emoción máxima de los cabeza de cartel del jueves, les dí una oportunidad a Animal Collective. Lo prometo, se la dí. Pero entendedme, eran las tres de la mañana y la música abstracta de estos tipos que improvisaban sobre el escenario, no animó el espítitu de casi ninguno de los presentes (a lo mejor a tres o cuatro de primera fila que flipaban con los sampler y la puesta en escena multicolor). Tal vez Brothersport o My Girls conectaran un poco más con la gente, pero ya está. A otra cosa mariposa, todavía quedaba Toundra y un par de DJs, así que nos perdimos a los primeros (mucha pena) y nos fuimos a bailotear al ritmo de Daft Punk con Tweak-A-Holic y el gran John Talabot. Fue una gran noche con un cierre inmejorable, y mucha gafa de sol nocturna, también.