Project Unbreakeable y el arte curativo contra la violencia sexual

“Te creo”- Mi mejor amigo (y es la mejor frase que nadie me ha dicho nunca)

En 2011 de corazón y entrañas de la fotógrafa Grace Brown de entonces 19 años, surge un proyecto de conciencia social acerca de la violencia sexual en Estados Unidos a través de fotografías de supervivientes de violaciones y abuso con pancartas con las frases pronunciadas por sus violadores. Empieza como un proyecto a pequeña escala y va configurando poco a poco lo que conocemos hoy como Project Unbreakeable: comienza a florecer desde Tumblr hasta otras redes y medios y lo que parecía un Tumblr personal se convierte en un proyecto social que involucra a cientos de personas, y se hace viral. De la mano de nuestra fotógrafa, los ojos de las víctimas y el formato de las fotos retratan con una imagen de inocencia y ternura extrema que contrasta con la dureza una realidad social presente en todo el planeta tierra como es el abuso sexual, y que aún hoy en el primer mundo, en muchas de sus formas, es ignorado.

Nacida en Massachusetts, la fotógrafa y oradora Grace Brown conmovida por el testimonio de abuso sexual de boca una amiga cercana decide dar un paso a delante por las víctimas como su compañera de la manera que mejor sabe: fotografíando. Es así como Grace comienza a publicar fotos en Tumblr de víctimas de violencia sexual con su particular y crudo formato. A las escasas dos semanas del comienzo del proyecto, Brown empieza a recibir mails de gente que quiere ser fotografiada, incluso a kilómetros de su ciudad, y es ella misma la que les anima a participar.

Grace Brown, fundadora del proyecto, que junto a Chirstine Dunlop y Kaelyn Siversky gestionan el proyecto hoy en día

La composición de las fotos, que se centra en una pancarta con las frases pronunciadas por los atacantes y violadores que la víctima sostiene en los brazos, nos construye retratos, e incluso relatos, conmovedoramente cercanos y tiernos, ponen a prueba nuestra empatía de la manera más simple e inocente, pero también sin censuras.

“Si gritas, haré que duela más que la última vez”

“Sólo chúpamela y supéralo”

“Shh…cariño, pronto acabará” – Mi primer atacante mientras otros cuatro rodeaban la cama esperando su turno

A través de una frase escrita en un papel y una mirada, o simplemente el relato de la violación o abuso directamente manufacturado por la víctima, este inspirador proyecto que, como era de esperar recibió desde el principio muchos más comentarios positivos que negativos, sigue hoy en día llegando al corazón de la gente y dando de lleno en la diana: vivimos en una sociedad en la que el abuso sexual en todas sus formas y colores no solo es mas común de lo que probablemente creemos, sino que, y probablemente esta sea la causa de que no nos demos cuenta de lo anterior, está cubierto por el velo de la normalización.

“Pensé que gritabas porque te gustaba” – Yo tenía 18 años

“Shh, no se lo digas a nadie, será nuestro pequeño secreto”- No puedo recordar cuantas veces pasó, yo tenía 3 años Me llevó 15 años perdonarle

“Abre las piernas” (Yo tenía 5 años) – Dijo mi babysitter para que su hermano pudiera metérmela

¿Por qué seguimos encontrando toda esta falta de valores y respeto a seres humanos en el mundo desarrollado? Este trabajo tan humano no solo nos abre los ojos desde la perspectiva mas personal sobre los abusos sexuales, sino que nos hace preguntarnos ¿a dónde van las personas que hay detrás de los más de 3000 testimonios retratados en un mundo en el que ser víctima de un crimen sexual está aún estigmatizado? Como era de esperar, la mayoría de los mensajes tiene un fuerte componente de agresividad, pero lo que mas me llama la atención es que analizados, casi todos los que son frases de agresores tienden a banalizar la violación desentendiéndose de su propia culpabilidad y volcándola en la víctima: un “victim blaming” inconsciente que se repite constantemente.

“Eres una puta”- Dijo mientras me sujetaba Le creí

“Pero si le invitaste a casa, como va a ser culpa suya? – Mi terapeuta después de contárselo a alguien por primera vez

“Nadie te querrá nunca después de que haya terminado…”

“Fue por cómo iba vestida” – Mi jefe, el hijo de mi atacante, a mis padres

Sin embargo, éste no es el mensaje que Grace quiere ni quiso transmitir desde que publicó sus primeras fotos hasta hoy: Project Unbreakeable se alza como un esperanzador trabajo que nos ayuda a visibilizar y arrancar de cuajo los estereotipos sobre la violación de la manera más conmovedora, pero que también les da una herramienta poderosa a las víctimas. Sin quererlo, su cámara se convierte en la voz de sus retratados y se convvierte en un arma terapéutica: a través de la expresión, se les da a las víctimas la capacidad de liberarse de la carga emocional y del estigma social que te impone el haber sido violado o abusado, y de curarse. Hoy en día es ella misma la que describe su proyecto como una manera que tiene de concienciar pero también empoderar a las víctimas a través del arte, que no es otra cosa que su propia expresión, y es lo que llaman en su página oficial “The art of healing”, luchando contra los fuertes estigmas y tabúes que suelen rodear estos temas.

“Al principio, no me di cuenta de que podía resultar curativo. Originalmente solo quería mostrar los numeros y decir <<Mirad cuánta gente afectada>> Me di cuenta después que empoderaba a la gente a deshacerse de esas palabras, y verlas en una fotografía solidifica ese concepto. Alguien de la prensa lo describió como que ellos tuvieran la última palabra.”

Meet Grace Brown, unbreakable photographer; 03/17/12 

“Ser virgen no puede doler tanto…deja ya de llorar”

“Sólo me gusta verla retorcerse… mujer independiente, y una mierda” – Le dijo a las otras cinco personas que había en la habitación

Además, una de las cosas que sorprende en este proyecto y que demuestra en mi opinión el carácter tan patriarcal que tienen este tipo de violaciones de los derechos humanos es la cantidad de hombres que vemos retratados en el proyecto, que es bastante aunque no pueda ser comparable a la de las mujeres. Aunque evidentemente tiene un componente sexual, el hecho de que sigan perpetuándose este tipo de abusos hoy en día radica en que el abuso se consolida como una herramienta de dominación masculina socialmente aceptada e inculcada por una sociedad patriarcal que despoja a seres inferiores (mujeres y niños por ser más “débiles”) del derecho decir no

“Tu también quieres! Lo sé!” – Él nunca me preguntó

“Te quiero. Él nunca te querrá como yo” – Mi ex-novio después de secuestrarme, pegarme y violarme Me arrepiento de no haber dicho la verdad y que le arrestaran

“Vamos primo, es divertido” “…es solo un juego”

“Qué, entonces vas a estar raro por esto?”- Lo que el dijo SIEMPRE estaré raro por aquelo, PERO nunca voy a dejar que me defina

Me gusta describir siempre el Project Unbreakeable como un arma de doble filo: como una herramienta curativa , y como una herramienta de concienciación social a cerca de lo arraigada y normalizada que aún está la cultura de la violación en nuestra sociedad, y es que quizás esos dos conceptos no puedan separarse para que tenga lugar un verdadero cambio social.

La semana pasada Brown anuncia una continuación de su trabajo visibilizando las heridas que deja la violencia en las personas y ahora contribuye incluyendo en la familia de supervivientes del Project Unbreakeable a víctimas de violencia de género y de abusos a menores.

Estos tipos  de iniciativas, como Survivor Stories, dedicados a publicar textos y testimonios escritos en la misma línea, además de ser más que admirables desde mi punto de vista, sean quizás la clave para una concienciación mas emocional y poderosa, por simple hecho de estar liderada por las propias víctimas, y que no solo ayuda a luchar contra la cultura de la violación, sino que les hace a ellos mismos un poco mas libres, porque como dice la propia Brown “We are unbreakeable”.