Revista Cocina

Rainbow Cake o Tarta Arco Iris

Por Gutamama @Gutamama
Rainbow Cake o Tarta Arco Iris
El pasado mes de Septiembre celebramos el cumple de mi socia Ana. Estos dos añitos han sido tan intensos, tan sorprendentes, tan emocionantes… y como a todos los papás, nos hace muy felices ver cumplir añitos a los enanos, y más si podemos compartir esta alegría con familia y amigos.
Y en todo cumple que se precie, no puede faltar una deliciosa tarta, así que consulté mis “Enlaces de interés” guardados en el histórico de mi smartphone y encontré esta receta que había visto hace un tiempo en el blog “Las recetitas de Mirasens”, basada a su vez en la Rainbow Cake de “El Rincón de Bea”, pero con algunas variaciones, y me pareció muy divertida así que, aprovechando que tenía en casa los colorantes Wilton (que había comprado hace unos meses para teñir fondant) me puse manos a la obra.

Rainbow Cake o Tarta Arco Iris

A punto de comenzar la intervención a nuestra Rainbow Cake


Rainbow Cake o Tarta Arco Iris

No van a quedar ni las miguitas esas de colores...


Así pues, en esta ocasión, otorgamos dos insignias "Guta Mamá", una para la receta original de "El Rincón de Bea" (que por cierto, si os gusta la repostería americana, os recomiendo mucho, mucho) y la otra para "Las recetitas de Mirasens" (un bonito blog con unas fotos preciosas).
El Arco Iris me trae muchos recuerdos infantiles. Por ejemplo, recuerdo que era el medio de transporte utilizado por los Osos Amorosos para viajar de una nube a otra… Luego vino la inolvidable Rainbow Brite, con su caballo blanco de crin multicolor, su adorable amigo Sprite y su cinturón arcoíris, y gracias a ella la tierra tiene colores porque como todos sabemos, antes todo era blanco y negro! ;D. Luego leí en la Biblia cómo el Arco Iris representaba la promesa que Dios le hizo a Noé (tras el diluvio universal): “Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y todo lo que tiene vida sobre la tierra” Génesis 9:9-17.
El Arco Iris tiene una gran simbología en muchas culturas: En Tibet augura buena suerte y aparece siempre en torno a hechos trascendentes. Para los Indios americanos, el Arco Iris era un Espíritu benefactor. Su presencia, para las distintas culturas indias, era símbolo de cambio, de inicio de una nueva etapa favorable. Entre los celtas el Arco Iris era un símbolo mágico dispensador de tesoros y riquezas. Los leprechaun (o duendes zapateros) eran los encargados de esconder bajo uno de sus extremos sus calderos de oro y monedas, que guardaban celosamente para que sólo un héroe capaz de superar todas las pruebas que los duendes le ponían, pudiese llegar hasta el extremo del Arco Iris y obtener sus riquezas. Y por ejemplo, en la actualidad más reciente, vemos el Arco Iris en la bandera del movimiento del orgullo gay… Así que fijáos la de cosas que se pueden celebrar, representar y rememorar haciendo esta tarta!
En general, me parece una receta laboriosa pero sencilla, siguiendo el paso a paso creo que aunque no seáis expertos en repostería, os va a salir muy resultona. Eso sí, lleva bastante tiempo, así que os recomiendo dividir el trabajo en varias jornadas, porque entre unas cosas y otras, puede llevarnos unas 3 horas de preparación. En mi caso, el día anterior al cumple hice los bizcochos, y el día siguiente el relleno y cobertura.
Si os organizáis bien, aunque le tengáis que dedicar un ratillo, os aseguro que merece la pena sorprender a los comensales al abrir la tarta y ver su colorido interior!
RAINBOW CAKE O TARTA ARCO IRISIngredientes:
Para los bizcochos: 
  • 270 gr de harina
  • 30 gr de harina de maiz (Maicena)
  • 1 cucharada de levadura en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 300 ml de buttermilk
  • 4 claras de huevo
  • 225 gr de azúcar
  • 125 gr de mantequilla a punto de pomada
  • Extracto de vainilla al gusto
  • 100 gr de chocolate blanco fundido
  • Colorante rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta (en gel, no valen los líquidos)
Para el relleno y la cobertura:
  • 250 gr mantequilla a punto de pomada
  • 300 gr queso crema
  • 160 gr azucar glass
  • 200 gr nata montada
Recursos muy recomendables que os pueden facilitar la vida:
  • Moldes redondos desechables de aluminio: yo compré en Mercadona 2 paquetes de 3 moldes redondos, ya que así me permitían hornear las 6 capas de bizcocho de forma simultánea.
  • Claras pasteurizadas: en Mercadona, en la sección de productos frescos refrigerados podéis encontrar unas botellas con claras pasteurizadas, en formato de 9 y de 20. Para este receta sólo se necesitan 4 claras, es decir, un poquito menos de la mitad del bote pequeño.
  • Buttermilk: este producto tan utilizado en la repostería inglesa y americana, pero tan poco conocido aquí en España, puede encontrarse ya preparado en grandes superficies, pero también se puede hacer en casa de forma muy sencilla, que es como lo hice yo, poniendo en un recipiente 300 ml. de leche entera y añadiendo una cucharada de vinagre. Lo dejamos reposar unos 10 minutos y ya está. Tiene un aspecto como de leche cortada, pero es así, esa es la textura del buttermilk.
  • Si os resulta más cómodo, la cobertura y relleno de la tarta se puede hacer también con nata montada azucarada, aunque el sabor de la cobertura de queso que os pongo en la receta le va estupendamente!
PREPARACIÓN DE LOS BIZCOCHOS:
  1. Mezclar en un bol la harina tamizada, levadura y sal. Reservar.
  2. Mezclar en otro recipiente el buttermilk, las claras y el extracto de vainilla y batir unos minutos. Reservar.
  3. Batir aparte la mantequilla con el azúcar, hasta obtener una mezcla esponjosa. En este paso si tenéis amasadora o batidora de varillas, os recomiendo que la uséis para no dejaros el brazo en el intento!! En mi caso, utilicé la Amasadora Bomann, que ya os hablé de ella en este post, y que os recomiendo si sois aficionados a la repostería.
  4. Derretir el chocolate blanco y añadirlo a la crema de mantequilla y azúcar hasta que esté bien mezclado.
  5. Incorporar entonces la mitad del bol de harina con levadura y sal. Batir bien hasta que esté la mezcla homogénea.
  6. Incorporar entonces la mitad de la mezcla de buttermilk con las claras y el extracto de vainilla y batir bien.
  7. Repetir el paso 5 con la otra mitad y mezclar bien.
  8. Repetir el paso 6 con la otra mitad y mezclar bien.Ya tenemos la masa base para los bizcochos, sale muy blanquita, porque no lleva yema de huevo, y esto nos va a permitir colorearla mejor.
  9. Dividir la masa en 6 recipientes, este paso es muy importante, ya que las cantidades de cada recipiente deben ser iguales para que los bizcochos queden del mismo grosor. Lo mejor, pesar la masa y dividirla entre 6. Si vuestra báscula no es muy precisa, como me pasa a mí, que no tengo báscula digital, entonces podéis ir poniendo en cada bol una cucharada, repitiendo la operación hasta que acabemos toda la masa, procurando que queden todos los recipientes con la misma cantidad de masa.
  10. Teñir la masa de cada recipiente con los colores del Arco Iris: Rojo, Naranja (mezclando Amarillo + Rojo), Amarillo, Verde, Azul y Morado (Rojo + Azul) Es importante que los colorantes sean de calidad, para que no pierdan color con el horneado. Estos de Wilton van muy bien, no perdieron nada de intensidad.
  11. Volcar cada color en su correspondiente molde de aluminio (previamente engrasado con mantequilla) y hornear con el horno precalentado a 170 grados con calor arriba y abajo. Como son bastante finos tardan unos 15 minutos en estar listos. Podéis hornear varios a la vez si os caben en la bandeja, e incluso si tenéis dos bandejas de horno, podéis meter a la vez hasta 4 moldes, como hice yo. Controlad los tiempos, ya que cada horno es diferente!
Una vez cocidos, los dejamos enfriar y desmoldamos. Se pueden guardar de un día para otro en la nevera, envueltos en papel film, e incluso se pueden congelar por si queréis adelantar el trabajo de una semana para otra!
PREPARACIÓN DE LA COBERTURA Y RELLENO:
  • Montar la nata (que deberá estar bien fría, al igual que el recipiente que uséis, para que suba mejor).
  • Con todos los ingredientes a temperatura ambiente, mezclar la mantequilla, el queso y el azúcar hasta que no queden grumos (si tenéis batidora o robot amasador, es el momento de amortizarlos!
  • Incorporar la nata mezclando poco a poco y con movimientos envolventes, para que no se baje.
MONTAJE DE LA TARTA:

Estas tartas quedan bastante altas, por lo que cunden mucho aunque no tengan mucho diámetro (la mía era de 18 cm. y éramos 8 adultos y dos brujitas, sobró más de la mitad!).
El montaje es sencillo: ponemos una plancha de bizcocho (siguiendo el orden de los colores del arco iris, fijáos en la foto si tenéis dudas…por cierto, no eran siete?) y la cubrimos con una capa generosa de relleno. Así hasta que hayamos completado las 6 capas. Después con ayuda de una espátula cubrimos los laterales y la parte superior, intentando que quede lo más liso posible… aunque este fue mi punto débil, porque por más que le daba para arriba, para abajo, de lado, en diagonal, y de todas las posturas que fui capaz de encontrar, lisa lo que se dice lisa no me quedó… Cuando pueda me apuntaré a algún curso “Objetivo: bordes lisos”.
DECORACIÓN:

Como la tarta era para cumple, la decoré con unas perlitas de azúcar plateadas, las dos velitas, y un poco de algodón de azúcar en la base, pero la verdad es que si la cobertura os queda bien, no le hace falta nada más!! Cuanto más blanquita y sencilla quede por fuera, mejor será el efecto sorpresa cuando cortéis la primera porción!!Lo dicho, veréis que lleva un poquito de trabajo, pero no tiene dificultad, todo el proceso es larguito pero muy fácil. ¿Os animáis?
Esperamos vuestros comentarios, y si tenéis cualquier consulta o queréis enviarnos vuestra propia versión de esta deliciosa tarta, fotografías o mejoras, podéis hacerlo aquí, nos encantará recibirlas y publicarlas!
Gracias por vuestro tiempo y hasta pronto!

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