Un oxford es un zapato que debe haber en cualquier armario, si es negro y en calf más todavía, pero en los últimos años se han puesto muy de moda los oxford en ante, tanto marrón chocolate como color tabaco como este.
¿Por qué?
Porque es un zapato que en este color es muy polivalente, ya que podemos usarlo desde con unos vaqueros hasta con un traje gris marengo, pasando por unos chinos khaki o un pantalón de vestir azul marino.
En determinados looks otorga ese punto sport que a veces necesitamos para restar formalidad o hacer más diario nuestro look.
La presentación y almacenaje de Meermin es de las mejores que podemos encontrar en su rango de precios, incluyendo una sencilla pero eficaz caja de cartón rígido, una bolsa de transporte y los zapatos perfectamente embalados en su interior.
Un detalle, por poner pegas, que no me gusta nunca de esta marca es que nos presenta el zapato con el típico papel en el interior de la puntera para que no se deforme, pero además incluye un pequeño palo de plástico a modo de tensor, que tiende a deformar inicialmente el zapato en la zona del talón.
Pero, nimiedades a parte, la presentación es genial.
Como podemos ver en la imagen de arriba estos zapatos no tienen una horma totalmente redondeada, es algo alargada, pero personalmente no la veo excesiva. Se trata de la horma Hiro que Meermin comparte para modelos como sus famosos Monkstrap.
El nivel de acabado de este zapato es bastante alto, también recordemos que estamos pagando unos nada desdeñables 160 euros por ellos.
Buscando defectos tengo que decir que en mi caso, que tengo el empeine demasiado alto y grueso, los cordones se me antojan algo cortos. Pero esto es algo fácilmente solucionable.
Por otro lado el diseño de la zona del empeine y cordones es algo peculiar, gracias al sinuoso dibujo formado por las costuras laterales.
En la imagen de abajo vemos un detalle que quizás no guste a todo el mundo. Se trata de una costura interior que forma como un bordón invertido -desconozco el nombre técnico-. Y ciertamente es un detalle quizás algo tosco y menos acorde con el resto del zapato. Aunque personalmente no me desagrada del todo debido a la polivalencia de este zapato.
En la siguiente imagen podemos hacernos una idea de las proporciones de la horma Hiro, de la que os hablaba antes...
La suela es de esas que da pena pisar al principio, por lo bien terminada que están.
Se trata de un zapato con costura Goodyear y suela de cuero con costura oculta y el perímetro de la misma tiznado en negro.
A continuación vemos en detalle los estratos del tacón...
No hemos hablado del confort general del zapato. En mi caso, como he comentado que soy de pie ancho, esta horma ligeramente estrecha me incomoda un poco al principio. Si a eso le sumamos que los zapatos de construcción Goodyear cuestan domarlos y que los Meermin tienen fama de ser duros al principio, nos encontramos con un calzado que requiere de paciencia en las primeras puestas, para conseguir la adaptación necesaria. Nada nuevo bajo el sol.
El interior está muy bien rematado, con una pedía suela de piel y todo un forro interior de la misma piel. Este es otro detalle que hace que estos zapatos sean más rígidos al principio. Pero ya sabemos todos que el ante cede a poco que lo usemos.
Ahora vayamos con las fotos que ya son tradición, y veamos el zapato puesto con un ejemplo de look:
¿Os gusta este look?
En resumen, estos Oxford Snuff son realmente una compra muy recomendada ya que, como ya hemos apuntado antes, sus posibilidades son ilimitadas con casi todo tipo de looks, y es seguro que será un zapato que usaremos muchísimo.
Su precio de 160 euros lo sitúa en la gama media-alta, con un compromiso entre calidad y precio muy bueno.
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