Aquí os traigo otra sopita fría para el verano que os tiene que gustar. La aprendí de una de mis maestras de cocina ¿quién no conoce a Simone Ortega? Yo creo que poquísimas personas en España no saben de quién hablo y muchas de ellas tienen su primer libro: 1080 recetas. Simone ha sido una excepcional guía para todos nosotros, aquellos que empezábamos a desenvolvernos, ya con cierta experiencia, "en el mundo de las cacerolas". Le agradezco mucho sus lecciones y consejos que tengo en mucha estima.Pues bien, después de esta mención que era imprescindible y necesaria sigo contándoos de la sopa que tiene alguna variación con la original. Añadidla a vuestras recetas este mismo verano, después vendrán más veranos en los que no va a faltar ya que la hayáis probado.
Ingredientes:
- Remolachas cocidas 4.- Caldo de carne o agua con dos pastillas de carne 600 ml.- Mantequilla (o margarina, según Simone) 20 g.- Vinagre de vino blanco 1 cda.- Sal.- Crema de leche (nata) 6 cdas.
Elaboración:
En una cacerola ponemos a fundir la mantequilla, a fuego medio, a continuación añadimos la remolacha cortada en láminas gruesas. Doramos cinco minutos.
Añadimos enseguida el caldo o el agua con las pastillas. Dejamos que cuezan veinte minutos. Agregamos el vinagre y disolvemos.
Pasamos por la batidora y colamos. Dejamos templar y la introducimos en el frigo.
La tomamos bien fría servida con crema de leche por encima.
Y con esta receta de sopa rusa muy refrescante me despido de vosotros una temporadita, la que pienso aprovechar para tomarme un descanso que buena falta me hace, me basta con desconectarme un tiempo "del mundanal ruido", más bien cambiar de chip que por ahí me vienen, casi seguidos, días de mucho ajetreo. Nos vemos a la vuelta, muy pronto, mil saludos.