Con frecuencia, los dinófilos piensan cómo hubiese resultado tal o cual película si en lugar de poner a un ser humano o a cualquier otro animal como protagonista, se hubiera pensado en un dinosaurio. De esta forma, es posible encontrar circulando por la red diferentes elucubraciones que sitúan a los "lagartos terribles" como las auténticas estrellas de un determinado largometraje. Por ejemplo, imaginaos que hubiera sido de "El Exorcista" (William Friedkin, 1973) si el cura protagonista fuese un tiranosaurio. Por lo pronto, podría llamarse Damien Garras...
¿Y si "Tiburón" (Steven Spielberg, 1975), hubiese sido un T-Rex marino asustando a los incautos triceratops? ¿O si en lugar de realizar la película de "Battleship" (Peter Berg, 2012), sobre el juego de mesa "Hundir la Flota" hubieran hecho la del Locodino? Probablemente estas películas no habrían sido lo mismo... ¡con seguridad hubieran sido mejores!
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