Revista África

Unos 30 filmes buscan la “Camella Blanca” en el X festival de cine del Sahara

Por Teofermi Teo Fernandez @teofermi
Unos 30 filmes buscan la “Camella Blanca” en el X festival de cine del Sahara Una treintena de películas de lucharán desde ayer y hasta el sábado por conseguir la “Camella blanca de la paz”, el máximo galardón del FiSahara, el único festival de cine que se celebra en un campo de refugiados. Según ha explicado a Efe Ahmed “El Rubio”, socio fundador del proyecto en los campamentos de refugiados saharauis ubicados en los alrededores de Tinduf (Argelia), un jurado popular compuesto por una veintena de chicos jóvenes se colocará entre el público para medir el entusiasmo con el que acogen las cintas. Así, de las dos pantallas gigantes situadas en puntos estratégicos del campamento de Dajla, un trozo de nueve kilómetros de desierto donde viven unas 32.000 personas sin más comodidades que las que reciben de la solidaridad, cubren el espacio y programan en varias tandas las películas seleccionadas por la organización. Uno de los responsables de la programación, el director de cine y cofundador del FiSahara, Javier Corcuera, ha comentado a Efe que la suya, “Sigo siendo. Kachkaniraqmi”, un bello poema sobre la relación de los indígenas peruanos y su música ancestral, se verá, pero es la única que no podrá ser votada “por motivos obvios”, se ríe. De este modo, a “Life of Pi”, “Lo imposible” o “5 Broken Cameras”, la película seleccionada para competir en la carrera a los Óscar por Israel, de los directores Emad Burnat, palestino, y Guy Davidi, israelí, le podrán disputar el honor, por ejemplo, al último corto de la escuela de cine, “Patria dividida”. Habrá cinco bloques de seis películas; uno, con las ya estrenadas internacionalmente; otro con las de temática árabe, uno más con los esperados primeros cortos surgidos de la Escuela de Cine del Sahara “Abidin Kaid Saleh”, otras seis cintas de temática saharaui y pases especiales de otras cuatro que tratan sobre Derechos Humanos. Pero lo mejor del festival de cine no son sólo las películas. En Dajla, el Festival es una fiesta, de la mañana a la noche.
Todos los asistentes, más de 300 entre los que se desplazan de otros campamentos de refugiados, periodistas internacionales, médicos, sanitarios, y hasta un grupo de payasos solidarios que se han trasladado desde España, se alojan en las mismas jaimas donde viven habitualmente las familias. Sin agua corriente, electricidad o un simple cuarto de baño en las casas de adobe, la calma compartida alrededor de un vaso de te ceremonialmente ofrecido sirve de excusa para largas charlas sobre sus vidas, la educación de sus hijos o la paciencia que necesitan para seguir peleando pacíficamente por sus tierras usurpadas. Pero también se interesan por el Real Madrid, el Barcelona o el Atlético de Madrid y preguntan si vendrá este año Javier Bardem, el ganador de un Óscar, aquí más conocido por ser hijo de Pilar Bardem y por su activismo en pro del Frente Polisario. El festival, que se presentará oficialmente con la caída del sol, ha comenzado a caminar ya por la mañana con la puesta en marcha de varios talleres mixtos, el primero (y más esperado), sobre cómo usar los proyectos multimedia y multiplataforma en defensa de los Derechos Humanos. En él, directores de cine, como el marroquí Nadir Bouhmouch, autor de “My Makhzen & me”; Guy Davidi, codirector de “5 Broken Cameras”; la cineasta brasileña Iada Lee (“The Suffering Grasses”) o la diseñadora gráfica egipcia Salma Shamel, debatirán con el público y compartirán sus conocimientos. También hay gran espectación por el nuevo taller “Zaytoun”, en el que se creará un videojuego interactivo donde el personaje principal es un niño refugiado que irá explicando el conflicto del pueblo saharaui. A la noche, la primera proyección colectiva, “Life of Pi”, derramará su ficticio océano azul sobre los cinéfilos más apartados del mar: unos 2.000 kilómetros del lugar donde nacieron.
Fuente: terra.com.ar / VSOA

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