Revista Sociedad

Viaje a cuba. Crónica de una ida y una vuelta (II)

Publicado el 06 septiembre 2015 por Tomarlapalabra

Hotel santiago

Luego de una semana de estar compartiendo con la familia iniciamos el regreso a Santo Domingo. Fue una semana muy intensa y agotadora, pero la disfrutamos plenamente. Lo previsto era que el vuelo saliese a tiempo pero esta vez chocamos con la incompetencia, o seria mejor decir con el descaro, de aquellos que debían garantizar el retorno.

Los retrasos en los aeropuertos son previsibles, ya sea por razones técnicas o por cuestiones de mantenimiento y hasta ocurre que en algunos aeropuertos hay huelga. Esto es comprensible y hasta cierto punto tolerable. De hecho cuando se viaja se debe estar preparado para estos eventos.

En el caso que nos ocupa lo que sucedió fue que el avión que debía llevarnos se había destinado a otra actividad fuera de la isla y cuando nos informaban de que el vuelo estaba retrazado en realidad ni siquiera estaba en el país ¡Se encontraba en costa rica! Esto lo supimos mas tarde debido a gestiones de los afectados ya que las autoridades se mantuvieron en el mas absoluto mutismo sobre lo que estaba sucediendo.

Y lo mas triste del caso es que se ha vuelto casi un procedimiento normal para esta ruta de vuelo. Según nos contaban algunos pasajeros ya era repetitivo que simplemente esperasen varios días hasta que decidieran llevarlos a destino o hasta que incluso se completase un numero determinado de pasajeros. Para nada importaba la perdida de conexiones aéreas de los pasajeros ni tampoco toda la incomodidad generada.

Pero vayamos por partes.

Luego de esperar mas de 9 horas en la sala de espera del aeropuerto, se nos acerco un funcionario y nos anuncio que no había ningún avión que nos pudiese llevar hasta santo domingo. Le preguntamos a coro si estaba roto, si estaba simplemente demorado y el nos dijo tajantemente, con el típico tono autoritario y prepotente:

-¡Olvídense del avión , que no tenemos ninguno que los pueda llevar! ¡Es un hecho y no han nada que hacer!

Yo me le acerque a él y le pregunte – ¿Solución?

El respondió: – Los vamos a llevar a un hotel en donde esperaran hasta que tengamos alguna solución.

Preguntamos cuanto tiempo demorarían, que estimado de tiempo podíamos hacer

-No sabemos cuando estará listo ni que tiempo demorará. Simplemente no hay avión que cubra esta ruta.

OK – le digo-, indíqueme por favor un teléfono con salida internacional para avisar a la familia lo que sucede. Aunque yo pague la llamada.

-No tenemos ningún teléfono con salida internacional en el aeropuerto

Cuando mi esposa escuchó eso casi se desmaya, porque ella sabia lo que significaba esperarme a mi en cada viaje anterior a cuba y por ende así estarían sus familiares sin saber noticias.

Luego me confesó que le pasó por la mente que tendría que quedarse a vivir en cuba mientras compraban otro avión (así estaba su mente jejeje) Y es que se sintió totalmente impotente, porque no existía ningún plan alternativo que pudiésemos utilizar para salir de allá.

Pero los misterios del universo son muchos, por mas que no los veamos. Resultó que justo en ese momento le entró a su celular un mensaje de su hija en dominicana. Aquí es bueno señalar que desde muy temprano intentamos usar una red wifi que esta en dicho aeropuerto pero en todos los intentos nos salio que no se podían enviar mensajes. Y los recibidos aparecían como fuera de servicios sin posibilidad de responderle.

El caso es que ellas se pudieron comunicar y eso al menos le devolvió la tranquilidad de que al menos sabrían lo que estaba sucediendo. Intercambiaron mensajes hasta que se agotaron los minutos del celular, aunque continuó recibiendo.

Como a la media hora nos informaron que nos devolverían las maletas y nos llevarían hasta el hotel Melia Santiago (5 estrellas) donde tendríamos full cobertura con todos los gastos pagos

Aquí casi se arma la gorda debido a varios dime que te diré y que un funcionario te decía una cosa y otro te decía otra en cuestión de minutos.

Por ejemplo desde un principio querían separar los nacionales de los extranjeros, a lo cual me negué rotundamente porque no me separaría de mi esposa. Y recuerdo que un funcionario tenia en sus manos el papel que nos dan con el sello de entrada (sin el cual no podrás salir después) y no importaba que se lo pidiese en diversas formas, ni que le mostrara mis documentos. El tipo estaba como congelado, con la mente en blanco y con el bendito papel en la mano, sin decidirse a dármelo por más que se lo pidiese. Hasta que me alteré quitándoselo de la mano y diciéndole bien alto:

-Oye, ese es mi documento de entrada, dámelo ya y no me complique más la situación de lo que ya la tenemos.

Entonces reaccionó y dejó que lo tomara.

Aquí debo señalar que la vez anterior a este viaje tuve el inconveniente de que al entregar el dichoso papelito con el sello de entrada, resulto que el que me atendía lo traspapeló y se puso a preguntarme cuando yo había entrado. Como siempre estoy a la defensiva con ellos me puse firme y le enseñe el sello que me habían puesto en santo domingo aquella vez. Por suerte encontró mi papel y se pudo aclarar el asunto, así que esta vez no me podía ir del aeropuerto al hotel sin el dichoso papelito con el sello de mi entrada.

Algo que noté es que el sello de salida estaba en la boleta que te dan durante el check in, y a ese le habían puesto una cruz arriba, lo cual demostraba que era practica común hacer esto a los pasajeros.

Otro hecho fue que nos llamaron para indicarnos que solo aquellos que desearan ir al hotel debían apuntarse en una lista, ya que el que no lo hiciera debía regresar a la casa de sus familiares.

¡Candela! El solo hecho de imaginarnos la ida y vuelta en taxis, el riesgo de que te dejaran por irse el avión, mas toda la incomodidad de ese lleva y trae fue suficiente para que casi se armara la de Troya.

Por suerte apareció el primer funcionario que nos había dado la noticia y puso orden, pues solo se trataba de que si alguno quería que le cancelaran el pasaje podría hacerlo en ese momento. (Jejeje)

Por supuesto que nadie lo aceptó porque esos boletos se compran casi con un mes de antelación por todo el lió que trae conseguir reservación. Y en ese gancho no entró nadie. Aunque algunos pasajeros estaban preocupados debido a que deberían regresar de santo domingo en solo unos días y ya tenían la experiencia de quedarse varados en santiago de cuba

Al final nos fuimos camino al hotel, con la dominicana mas calmada y sabiendo que me esperaban nuevos retos porque me había advertido que tanto estrés había que disiparlo Y ni el cansancio ni los potenciales micrófonos podrían interferir. (jejeje)

Bus 01
Bus 02

Sobre la estancia en el mejor hotel de santiago de cuba, les contare en otro post. Allá, la dominicana, pudo ver el mundo de los turistas, de aquellos que vienen de Canadá o Europa para disfrutar de condiciones al menos similares que las que tienen en sus propias casa. Pudo ver la abundancia en un mundo al que llamó ¡La cúpula! Y las comparó con las que había visto fuera del hotel.

Gracias

Raudelis


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